En España ya hay 353.635 enfermeros colegiados, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), un 2,1% más que en el año anterior. Así se refleja en su estadística de profesionales sanitarios colegiados con los datos de 2024. De esta forma, por primera vez los sanitarios colegiados superan el millón de efectivos, con enfermería como la profesión mayoritaria en nuestro sistema sanitario, el 35%. Así, el número de enfermeros sube un 2%, hasta los 353.635.

Aparte de ser el más numeroso, enfermería también es uno de los más feminizados de entre todos los colectivos, con un 84,2% de mujeres en sus filas. Por edad, la mitad de la profesión tiene menos de 45 años (51,85), mientras que el 35,7% tiene entre 45 y 64 años.

Además, dentro de este colectivo, 10.487 personas estaban registradas como matronas (un 2,4% más que en 2023), la única especialidad que computa el INE.

Datos por comunidades autónomas

Pese a que el INE en su nota de prensa otorga a Cantabria el mayor número de enfermeros por comunidades autónomas, si nos fijamos en los datos de los enfermeros no jubilados, los que realmente atienden a la población, Navarra vuelve a ser la región con mayor número de enfermeros, con una ratio de 891,99 enfermeras por cada 100.000 habitantes. Por encima de la media nacional (624,85) y por detrás de Navarra se sitúan: País Vasco (809,20), Canarias (750,10), Castilla y León (748,91), Aragón (739,89), Asturias (733,55), Melilla (724), Extremadura (715,10), Ceuta (710,08), Madrid (654,07), La Rioja (651,45), Cataluña (650,33) y Castilla-La Mancha (626,29).

En el lado contrario, por debajo de la media nacional se encuentran Baleares (613,15, Comunidad Valenciana (555,94), Galicia (516,02) Murcia (499,37) y Andalucía (494,63).

Un año más, sólo Navarra supera la media de la Unión Europea que se sitúa en 883 enfermeras por cada cien mil habitantes.

Valoración del CGE

Como ha señalado el presidente del Consejo General de Enfermería (CGE), Florentino Pérez Raya, en multitud de ocasiones, esta disparidad en los datos entre comunidades autónomas “provoca graves desigualdades en el sistema sanitario, que da lugar a ciudadanos de primera y de segunda categoría, según los recursos enfermeros de los que disponen. Ello está poniendo en riesgo la seguridad de los pacientes, pues numerosos estudios han demostrado que la atención a un número excesivo de pacientes incrementa el riesgo de mortalidad y morbilidad”, asegura Pérez Raya.