RAQUEL GONZÁLEZ ARIAS-. La sobrecarga asistencial, la precariedad salarial y la falta de reconocimiento de los profesionales que trabajan en las residencias está desembocando en que “las enfermeras huyan de las residencias”. Así lo denuncia hoy el diario “El País” en un demoledor artículo en el que se pone de manifiesto que en España hacen falta ya 15.000 enfermeras para cuidar a nuestros mayores en estos centros. Y la previsión a cinco años no es esperanzadora ya que en este tiempo se estima que el número de profesionales que harán falta alcance los 40.000.
Como recoge el periodista Íñigo Domínguez en su reportaje, las residencias de mayores se enfrentan al desgaste y el agotamiento de unos profesionales que en muchos casos acaban por decir basta y continuar con su carrera profesional en otros ámbitos en los que la carga asistencial es menor y el sueldo mayor. “Me pagan más, tengo una carga de trabajo razonable y estoy contenta”, resume una de las enfermeras que ha participado en este artículo y ha pasado por ello; ahora, trabaja en un hospital privado.
El periódico deja claro que la situación que denuncia no responde a un caso puntual sino que se trata de algo generalizado que además del impacto negativo que tiene sobre nuestros profesionales deja a nuestros mayores desprotegidos. “Todo recae en los abuelos”, critica la misma enfermera. Infecciones, caídas, deshidratación… son más frecuentes en estos centros debido a esa escasez. La solución pasa obligatoriamente por contratar más enfermeras y reconocer su trabajo como se merece y, para ello, en este artículo se apuntan varias opciones.
La única no viable es mirar a otro lado y es que esta situación, de la que ya se viene haciendo eco el Consejo General de Enfermería hace tiempo, como recoge también este artículo, requiere del compromiso y la determinación de nuestros políticos para atajar el problema. Por el momento, sin embargo, la cuestión parece escurrírseles entre los dedos.
Un Comentario
Francisco J.
Efectivamente: malas condiciones laborales y reconocimiento, NINGUNO. Hasta el punto de que en la bolsa de empleo para Especialistas en Enfermería Geriátrica de Castilla y León NO PUNTÚA LA EXPERIENCIA EN UNA RESIDENCIA, da igual pública que privada.
Como lo leen. Les escribo desde una residencia pública (de la Junta de Castilla y león, de las transferidas desde el Estado).
Pues bien. Ahora estamos esperando la tan deseada acreditación para prescribir.
En primer lugar, en nuestro convenio, repito, de la Junta de Castilla y León, NI SE CONTEMPLA LA FIGURA DEL ESPECIALISTA.
En segundo lugar, si no se ejerce la especialidad aquí, me digan dónde.
Imagino que, a pesar de contar con la Especialidad, nos acreditarán como generalistas.
Por otro lado, en los Servicios de Geriatría de Especializada, hablo siempre de mi ámbito territorial, la inmensa mayoría de enfermeras que trabajan en esos servicios NO SON ESPECIALISTAS. La prueba es que, en el listado de acreditación para la prescripción, EN TODA CASTILLA y LEÓN SÓLO HAN ACREDITADO A 8 ENFERMERAS COMO ESPECIALISTAS EN GERIATRÍA (perdón por las mayúsculas).
En mi Residencia, estamos todos deseando «salir zumbando» de aquí. Más de la mitad de la plantilla (con su especialidad correspondiente) está en las bolsas de empleo para salir corriendo, a pesar de tener la plaza por oposición; otro tanto buscando comisiones de servicio en educación, por ejemplo,…
Seguro que no es por capricho.
Gracias por leerme.