ALICIA ALMENDROS.- El Hospital La Mancha Centro de Alcázar de San Juan, en Ciudad Real pone a disposición de las embarazadas el Paritour, un recorrido guiado en el que las embarazadas pueden conocer el entorno donde meses después darán a luz. Milagros Herranz, matrona de este hospital, es la encargada de hacer el tour. “Recibo a las futuras madres en la sala que todo el mundo conoce como ‘monitores’”, explica Herranz. Esta sala consta de cuatro puestos en los que a través de un monitor se comprueba si la embarazada tiene o no contracciones. “Las futuras madres entran solas para preservar la intimidad de todas las pacientes”, añade.

La duración de “monitores” suele ser de unos 30 o 40 minutos, aunque hay casos que tienen mayor duración, ya que se suelen hacer por la mañana “que es cuando los bebés están más dormidos. El tiempo de espera dependerá de la actividad y de cómo sea el monitor”, relata.

Ginecología

Una vez realizado el monitor, la consulta del ginecólogo es la siguiente parada. “El médico se encarga de revisar que monitor y dependiendo de lo que observe se la citará para la siguiente semana, dos días o directamente le programan la inducción, si el tiempo de gestación ha pasado”, comenta la matrona.

Siguiendo a Milagros por la zona de paritorios las futuras madres se topan con cuatro salas de dilatación. “Esta habitación está personalizada para cada paciente. Depende cómo llegue a la dilatación y en qué fase del parto se encuentre se procederá de una manera otra. Aquí tanto la madre como el bebé estarán monitorizados en todo momento, ya que la sala de dilatación será el lugar donde permanezcan hasta que bebé nazca. Aquí también se ponen las epidurales en caso de que las futuras madres la soliciten”, explica Herranz.

En estas habitaciones existen dos tipos de cama: una que se convierte en potro de parto en caso de necesidad y otra que a pesar de ser articulada no está preparada para que la mujer dé a luz. “Con cada mujer puede estar una persona con ello”, recalca la matrona.

Paritorio

El paritorio es el próximo destino. Ahí se encuentra el potro o silla de parto donde la embarazada dará su último empujón antes de conocer a su bebé. “Tanto la silla como las perneras se adaptan a cada persona”, añade. Si todo ha salido bien, la madre hará un piel con piel con el recién nacido y seguidamente pasará a la sala polivalente.
“En esta sala está la cuna térmica donde reanimamos a los niños, y si no es necesario sirve para mantener caliente al bebé ya que es muy importante mantener un equilibrio en la temperatura de los recién nacidos”, explica Herranz. En esta misma sala se le proporciona la ropa que el niño usará durante su estancia en el hospital: un body, un gorro y pañales. “No es necesario que les traiga ropa de calle, con la tener algo para cuando se lo lleve a casa es suficiente ya que durante su estancia llevará la que le proporcionamos”, comenta la matrona.

Identificación

Además, para evitar confusiones o extravíos, tanto el bebé como la madre son identificados con un código. “Cada paquete identificativo consta de dos pulseras -una para el bebé y otras para la madre-, dos pegatinas que se ponen en las historias clínicas de ambos y una etiqueta que viene en la pinza umbilical. Todo se comprueba a medida que se va colocando”, subraya Herranz. “Una vez que la señora da a luz y el estado de la mamá y el bebé lo permite la sacamos fuera para que la familia conozca al recién nacido y la madre salude a la familia. Es una primera toma de contacto con ellos”, añade.

Durante el Paritour, las futuras madres hacen una parada en el quirófano. Esta no es obligatoria en el proceso del parto, ya que sólo ser usará en caso de ser necesario. “Si durante el parto observamos que hay problemas que salir, algún sufrimiento o cualquier cosa rara la embarazada pasa directamente a quirófano”, resalta. Esta sala -que es revisada todas las mañanas- es de uso exclusivo para obstetricia y ginecología de modo que está disponible 24 horas al día.

Último paso

Antes de subir a planta, el recién nacido y la mujer pasan a la sala de puerperio. “Es una sala pequeña, pero ahí sólo estarán un par de horas para comprobar que todo está normal después del parto. Además, las ayudamos en el inicio a la lactancia materna”, expone la matrona.

Sin duda, una iniciativa gracias a la cual las embarazadas tienen un primer contacto tanto con el paritorio como con los sanitarios que participarán su parto. “A la gente le gusta venir porque cuando conocen el sitio y cómo va a ser todo el proceso se quedan más tranquilas y desaparecen los miedos y ansiedades”, concluye Herranz.