El Hospital Puerta del Mar de Cádiz ha creado el Proyecto Florence, una iniciativa que tiene como objetivo potenciar el Programa de Enfermería de Prevención Secundaria en una Consulta Virtual de Lípidos para pacientes postinfartados. “Todo empezó durante la época de la pandemia cuando los pacientes no podían ser vistos presencialmente”, comenta María José Noval, supervisora de la Unidad de Cardiología del Hospital Puerta del Mar. “Tras llegar a la supervisión y que el doctor Vázquez me presentase los buenos resultados de la consulta decidimos impulsar un puesto de trabajo específico para este tipo de labores y abrir la consulta de control de lípidos y quién mejor que una enfermera para dedicarse a esto”, subraya.

Una de estas estrategias fue implementar consultas monográficas, enfocada a la consecución del objetivo lipídico y que pueden desarrollarse vía telefónica, y de forma paralela y complementaria al seguimiento convencional de los pacientes en las consultas externas de Cardiología y en los Programas de Rehabilitación Cardíaca.

Este proyecto mejora la calidad de vida de los pacientes. “Es un gran beneficio para el control de su enfermedad con un seguimiento muy estrecho y por parte de la enfermera en el control de los factores de riesgo cardiovascular”, argumenta Noval.

Disminuir riesgos

El principal objetivo de esta estrategia de prevención secundaria es disminuir, tanto como sea posible, los riesgos de que se repitan los eventos cardiovasculares en pacientes que han padecido un síndrome coronario agudo. Para ello, se establece un protocolo de controles de los factores de riesgo tras el infarto, como hipertensión arterial, tabaquismo, diabetes, obesidad o sedentarismo, pero con un enfoque prioritario a la corrección del llamado colesterol malo (Colesterol-LDL) elevado, principal factor causante de nuevas enfermedades cardiovasculares.

“Las nuevas tecnologías nos permiten mejorar la atención al paciente y la comunicación entre profesionales de la salud”, sostiene la supervisora de enfermería. Y, además “facilita el acceso de los pacientes a los servicios médicos desde casa, reciben atención especializada, reducen tiempos de espera y se consigue un mejor manejo. Todo ello sin necesidad de desplazamientos”, añade.

Enfermeras

Involucrar a la enfermería en el control del paciente e incluso llevar las riendas de la consulta supone un plus para el control del paciente. “Si queremos unos buenos resultados de la consulta requiere de una continuidad en el tiempo y en los cuidados y es aquí donde enfermería juega un papel fundamental. El primer año post síndrome coronario agudo es crucial para evitar que suceda de nuevo. La ‘enfermeras de lípidos’ es una imagen y semejanza de las enfermeras de rehabilitación cardíaca y de insuficiencia cardíaca. En ambos casos, se trata de enfermeras con una formación específica, en un puesto concreto y que trabajan con autonomía. Por tanto, hemos aplicado el mismo concepto que se tenía de puestos de enfermería muy específicos y se ha extrapolado al caso de los pacientes postinfarto, en cuanto al control lipídico desde el mismo ingreso por un síndrome coronario agudo”, sostiene Noval.

Objetivos

La consulta virtual de lípidos ha supuesto controlar a los pacientes en un tiempo récord, con resultados en reducción de eventos cardiovasculares y, por tanto, resultados en salud que es lo que persiguen. “La enfermería juega un papel clave en el control del paciente porque ya sabemos que el colesterol es uno de los factores de riesgo cardiovascular que más impacto tiene, pero el resto de los factores también son fundamentales. Tras un evento cardiovascular, los pacientes suelen mostrar una alta motivación para adoptar hábitos más saludables y mantener el cumplimiento terapéutico”, asegura la supervisora de enfermería.

Tal es el éxito de este proyecto que hace unos meses el Proyecto Florence ha sido seleccionado como finalista en la décima edición de los Premios Somos Pacientes en la categoría “Iniciativa de protección social para los pacientes”.