REDACCIÓN.- Desde que se conociera el contenido del Proyecto de Ley de Farmacia de la Comunidad Madrid, no ha cesado la lluvia de críticas a lo que se considera no sólo intrusismo profesional, al interferir en competencias propias de enfermeras y médicos de Atención Primaria, sino también una amenaza para la salud de los ciudadanos e incluso para su “bolsillo”, y es que dicha intromisión conlleva que los farmacéuticos asuman funciones relacionadas con el cuidado del paciente para las que no han sido formados y además repercutan su coste a la Administración o directamente al ciudadano.

El PSOE ha reaccionado a esta usurpación con una enmienda a la totalidad de este Proyecto, presentada el pasado jueves, 11 de octubre. Entre otras críticas, el portavoz de Sanidad del PSOE en la Asamblea, José Manuel Freire, ha señalado el de hecho de «que los farmacéuticos realicen visitas a domicilio está fuera de sus competencias y está levantando suspicacias en otros sectores sanitarios”. Además, en su opinión, “para cambiar el horario de apertura y cierre sería suficiente con un decreto como han hecho otras comunidades».

Desde Podemos critican también la norma que el gobierno podría sacar adelante si cuenta con el apoyo de Ciudadanos. El plazo para presentar enmiendas termina el próximo jueves 18 de octubre.

Lluvia de críticas

Desde el Consejo General de Enfermería se lleva alertando de las pretensiones de la “farmacia comunitaria” desde hace meses, críticas que se han intensificado desde que se diera a conocer el contenido del Proyecto en Madrid. También han manifestado su malestar el Sindicato de Enfermería SATSE, distintos colegios provinciales de enfermería, entre ellos, el Colegio de Enfermería de Madrid, y sociedades científicas como la Sociedad Madrileña de Enfermería Familiar y Comunitaria (semap) que, hace apenas unos días, aseguraba que este anteproyecto supone un “riesgo para la salud de la población” y una invasión de “competencias a todos los profesionales enfermeros que día a día desempeñan su labor en la Atención Primaria”.

Los profesionales médicos tampoco entienden la mal llamada “farmacia comunitaria”. Recordemos que el pasado mes de septiembre y nada más conocerse el Anteproyecto, la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (AMYTS) solicitaba su retirada al considerar que “se atribuyen funciones de competencia en lugar de colaboración” a los farmacéuticos, lo que “rompe la cohesión y coordinación que estructuralmente posee el sistema sanitario en sus actuaciones”.