RAQUEL GONZÁLEZ.- La proliferación de jóvenes que en redes sociales exhiben quemaduras tras haberse quemado la piel mediante la combinación de hielo y sal ha hecho saltar las alarmas. Se trata de una moda cuyo origen está en Estados Unidos, aunque ya se ha extendido a varios países. Hace unos días, la Guardia Civil advertía en Twitter de los riesgos que comporta esta práctica.

La prevención es la clave para que los adolescentes no entren a formar parte de este tipo de retos cuyas secuelas son para toda la vida y pueden llegar a ser muy graves. Por ello, lo primero es informar. Así lo cuenta Araceli Santos, presidenta de la Asociación Madrileña de Enfermería Dermoestética y profesora del Curso de Enfermería Dermoestética de la Escuela Internacional de Ciencias de la Salud, que advierte de uno de los principales riesgos de esta práctica: la infección.

Qué hacer

Sin embargo, cuando ya es tarde para la prevención y se ha producido una abrasión, qué podemos hacer. La experta explica cómo “en primer lugar, debemos bien sumergir la zona en agua templada bien insuflar suero fisiológico a temperatura moderada, durante 20 minutos. Necesitamos enfriar ese tejido, no sólo superficialmente sino hasta donde ha penetrado el frío. Estamos hablando de 21 grados bajo cero”. A continuación, añade, “hay que procurar desinfectar la zona, por ejemplo, con colerexhidina, y aplicar una crema para quemaduras como el Furacine. También van muy bien las que llevan sales de plata, siempre que no se sea alérgico”. El objetivo es proteger la zona de una posible infección. Hecho esto, la zona se cubre con una venda o gasa para “aislar la quemadura del exterior”.

Tras esa primera cura, recomienda vigilar diariamente la abrasión y “si se detecta que ha habido contaminación, lo que es muy probable, y hay infección, hay que acudir al médico ya que es posible que se requiera de tratamiento con antibióticos”.

Para toda la vida

Para Araceli Santos es importantísimo que los padres expliquen a sus hijos que “esas quemaduras van a dejar cicatrices de por vida, que sólo se van a poder quitar con cirugía”. Además, la zona va a quedar más delicada y se hiperpigmentará, es decir, se oscurecerá y el aspecto, advierte Araceli Santos, “será francamente feo”.