Para 2050, se estima que más del 30% de la población española tendrá más de 65 años, con un aumento considerable de octogenarios y personas dependientes. Este escenario exige una revisión profunda del modelo actual de atención y un refuerzo del personal capacitado. Por ello, el Observatorio de las Ocupaciones del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ha realizado el informe “El empleo en España en el sector de los cuidados de larga duración” que pone de manifiesto la necesidad de mejorar las condiciones laborales de los enfermeros que realizan cuidados de larga duración para acabar con el déficit de personal y la precariedad laboral como forma de afrontar el reto que supone la creciente esperanza de vida y el envejecimiento acelerado de la población.
De hecho, el estudio aborda el sector de los cuidados de larga duración centrándose tanto en las personas mayores dependientes y las personas con discapacidad. En él se tienen en cuenta las necesidades de empleo y de cualificación de profesionales necesarios para atender a este grupo poblacional que cada vez va a ser más numeroso.
Para el SEPE, el modelo tradicional basado en la atención institucional está evolucionando hacia un enfoque centrado en la persona, que promueve la autonomía y la atención domiciliaria. Sin embargo, este cambio requiere de un importante esfuerzo de profesionalización y formación. Las enfermeras y enfermeros, como núcleo central del sistema de cuidados, necesitan competencias ampliadas para manejar casos complejos y tecnologías emergentes. Además, se subraya la necesidad de contar con más técnicos en cuidados auxiliares y personal de apoyo, como gerocultores, para garantizar una atención integral.
Escasez de enfermeras
Según el informe, en el que han participado asociaciones y expertos, entre ellos el Consejo General de Enfermería, el sector debe enfrentar desafíos importantes, entre ellos el déficit de personal, la precariedad laboral, la falta de formación adecuada y la fuga de talento. De hecho, a pesar de que se emplea a más de 600.000 personas, la mayoría son mujeres y las condiciones en las que trabajan son muy desfavorables.
En el caso de la enfermería, los puestos que se ofertan, en muchas ocasiones son de difícil cobertura “debido principalmente a que sus condiciones en este sector son peores a las que tienen en el sector sanitario. Habría que mejorar el convenio para retenerlos a estos profesionales en los cuidados de larga duración”, señala el informe.
Sin embargo, también se señala que esta escasez de enfermeras no sólo se produce en el sector sociosanitario, también existe en el sector sanitario, “debido, entre otras razones, a la “fuga” de profesionales, por la precariedad del mercado de trabajo español. En 2023, se marcharon en torno a 1.450 enfermeras y enfermeros españoles a otros países europeos”.
Además, las enfermeras y enfermeros, como núcleo central del sistema de cuidados, necesitan competencias ampliadas para manejar casos complejos y tecnologías emergentes. En el informe se señala que la especialidad más adecuada para tratar a las personas mayores es la de Enfermería Geriátrica, que debe ganar peso, así como la de Familiar y Comunitaria, dado que muchos de estos pacientes también se tratan en el domicilio. Sin olvidar que se prevé mayor implicación de los enfermeros en la atención a la demencia (salud mental) y a la cronicidad.
Su actuación es multiprofesional, pues trabajan con médicos, fisioterapeutas, trabajadores sociales, psicólogos y técnicos auxiliares en cuidados. También desempeñan funciones de gestores/as de casos, con un enfoque holístico (psíquico, físico y social), en el que brindan un servicio personalizado a los pacientes en colaboración con otros profesionales, y ayudan a la toma de decisiones para pacientes y cuidadores/as.
Como señala José Luis Cobos, vicepresidente del CGE, “el futuro de los cuidados en España depende de la capacidad de responder a estos desafíos con políticas efectivas, mayor inversión y un reconocimiento del papel esencial de las enfermeras y otros profesionales en el bienestar de la sociedad. Este cambio es imprescindible para construir una sociedad preparada para envejecer con dignidad y calidad de vida”.
Oportunidad
Para Cobos, “invertir en el sector de los cuidados no solo garantizará el bienestar de las personas mayores, sino que también generará empleo de calidad y fomentará la sostenibilidad del sistema. Las enfermeras y los profesionales de apoyo son esenciales para esta transformación. Es momento de dignificar el sector y prepararlo para los retos de una sociedad más longeva”, ha señalado en declaraciones a Diario Enfermero.
No en vano el informe resalta que invertir en el sector no solo es una necesidad social, sino también una oportunidad económica. “Un modelo de cuidados bien estructurado puede generar empleo de calidad y garantizar la sostenibilidad del sistema a largo plazo”, concluyen los expertos.