MARINA VIEIRA.- El hecho de que un recién nacido se encuentre en la unidad de cuidados intensivos del hospital es una situación que tiñe de preocupación y nervios a las familias. Los padres, siempre pendientes de la salud del recién nacido, en muchas ocasiones tienden a no explicar la situación a sus hermanos creyendo que son demasiado pequeños para enfrentarse al problema. Los hermanos mayores de los recién nacidos son los grandes olvidados en estas circunstancias. Por ello, el Servicio de Neonatología del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona está llevando a cabo desde abril un taller para explicar a los hermanos de recién nacidos qué es lo que pasa en las Unidades de Cuidados Intensivos porque “los niños son muy intuitivos, todo lo que ocurre alrededor lo captan. No les beneficia que les dejen al margen” explica Estrella Gargallo, enfermera responsable del proyecto.
El proyecto consiste en preparar a los hermanos mayores las visitas a la UCI a través de juegos “que reproducen el entorno que van a encontrar cuando lleguen a la unidad”. Con ejemplos muy sencillos se ayuda a reducir el estrés que normalmente sufren cuando ven a sus hermanos llenos de tubos o en una incubadora “por ejemplo, en el taller, tenemos una incubadora de verdad y nosotros les explicamos que esos cables que se llaman electrodos sirven para cuidar a sus hermanitos y saber cómo está su corazón. A ellos les fascina manipular este material y llamar las cosas por su nombre. Se trata de dar la información de forma coherente, clara y adecuada a cada edad” cuenta la enfermera Gargallo.
Ampliar la iniciativa a otros hospitales
La iniciativa ha tenido repercusión más allá de las paredes del hospital barcelonés y tanto es así que como cuenta Gargallo “muchos hospitales han venido a conocer la iniciativa, a ver como lo hacemos para replicarlo en otros centros sanitarios, existe un interés creciente cada vez que hablamos sobre ello” sobre todo les ha interesado darse cuenta de que el proyecto lo que “trata es de pensar en que la familia es mucho más”. Además, también ha llamado la atención el trabajo multidisciplinar entre psicología y enfermería que tiene la iniciativa, elaborada en conjunto por una psicóloga y una enfermera “nos hemos enriquecido mucho las dos. Esta es la idea. Ampliar la mirada enfermera hacia aspectos más psicológicos, es necesario tener algunos conocimientos en psicología para poder desarrollar los talleres” relata Estrella Gargallo.
Ayuda a la familia en conjunto
Aunque tal y como cuenta Gargallo “el programa está diseñado para niños a partir de dos años y hasta catorce años” en los talleres no sólo participan los hermanos, en conjunto con otros familiares aprenden a familiarizarse y entender los elementos de una Unidad de Cuidados Intensivos y la iniciativa ayuda a la familia en su conjunto ya que “se encuentran en un entorno que les posibilita expresar cosas que en otro contexto no lo hubiesen hecho” explica Gargallo. Especialmente “los abuelos han sido personas que nos lo han dicho constantemente, en repetidas ocasiones nos han agradecido la posibilidad de formar parte. Ellos sufren doblemente, sufren por sus hijos y por sus nietos” y estos programas les han ayudado a relajarse frente a esta situación sobrevenida.
“A menudo los padres sienten que tienen el corazón dividido, cuando están en la unidad piensan que tal vez tendrían que estar con el hermano mayor – que también les necesita- y cuando están en casa a menudo piensan que deberían estar en el hospital. Esta iniciativa ayuda a que todos juntos se relajen. En la sociedad tendemos a separar a los enfermos de los sanos o la infancia de los adultos. Pero en realidad hay que aprender a compartir todas las vivencias de la familia y esta inclusión por supuesto tiene efectos positivos” concluye la enfermera responsable de la innovadora iniciativa.
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