ÁNGEL M. GREGORIS.- ¿Cómo debe utilizarse el Equipo de Protección Individual (EPI) de tipo 3 que llevan los sanitarios para atender a Teresa Romero o a los posibles infectados por ébola? Esta ha sido una de las preguntas más repetidas durante los últimos meses y desde que España repatrió a los misioneros Miguel Pajares y Manuel García Viejo se han multiplicado los protocolos que explican cómo hay que ponerse y quitarse los trajes especiales que se utilizan a la hora de atender a estos enfermos.
Hasta hace una semana, el Hospital Universitario La Paz-Carlos III utilizaba un protocolo creado por el propio centro, siguiendo las recomendaciones del Ministerio de Sanidad y de la consejería madrileña. Actualmente, y tras la creación del Comité Científico, dirigido por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, miembros del Ejército de Tierra están dando cursos formativos a los profesionales sanitarios para que corrijan las deficiencias que se han observado en el protocolo anterior. Una de las enfermeras que atendió a los dos religiosos y a Teresa Romero ha explicado a DIARIO ENFERMERO cuáles son los pasos que siguen los profesionales en este centro a la hora de ponerse y quitarse el traje. Para desvestirse, que es el momento más crítico de la maniobra porque el traje ya está infectado y hay que tener mucho cuidado para no tocarlo, se necesitan casi 20 minutos y mucha concentración, ya que el estrés y los nervios tras la atención a estos enfermos aumenta y se deben seguir todos los pasos minuciosamente para no fallar.
“Cuando los profesionales se enfrentan a un agente contaminante como el ébola deben tener mucha calma y tranquilidad a la hora de desvestirse. Los sanitarios han de tomarse todo el tiempo que necesiten y preparar el cuerpo para lo que tienen que enfrentarse”, explica Armando Ramos, director general de S. T. S., una de las principales distribuidoras de este tipo de trajes en España.
Colocación
El procedimiento se inicia colocando las primeras calzas y sellándolas con cinta especial. Posteriormente, se coloca el primer par de guantes y se sella para proceder a la colocación del traje.
Es aconsejable ponerlo sentado para que sea más cómodo. El siguiente paso es colocar la mascarilla, siempre haciendo el gesto del mentón hacia la nariz. Hay que colocar las cintas y ajustar la mascarilla a la cara para después realizar una espiración forzada y comprobar que no sube el aire hacia los ojos. Para colocar la parte superior del traje hay que meter el dedo pulgar en las cintillas que tienen las mangas y después se ajusta la capucha y se cierra la cremallera para aislar herméticamente el mono. Una vez que ya está colocado, hay que cerrar las solapas del traje, intentando que no quede ningún hueco abierto para colocar también el segundo par de guantes y sellarlos como los anteriores.
Por último, se colocan las segundas calzas, el capuz sobre la capucha del mono y las gafas. El sellado de todos los elementos y la colocación de las gafas requiere de la ayuda de otro compañero para evitar que queden zonas del cuerpo al aire libre.
La sensación térmica en el interior de estos trajes puede llegar hasta los 50º por lo que es recomendable no tenerlo puesto más de 47 minutos en situaciones de tensión como estas. “Hay que prepararse psicológicamente para saber que no vas a atender a una persona cualquiera, sino a una persona con un virus letal. Siempre que la mente esté preparada, el metabolismo se adecuará”, afirma Ramos, que considera que el problema que sufre la persona no es tanto la temperatura, sino la sudoración y la evaporación que se produce que se elimina hacia afuera.
Tras las intervenciones en la habitación, el momento crítico para los sanitarios llega cuando tienen que retirarse el traje en la esclusa.
Retirada
Lo primero que hay que quitarse son las calzas y los guantes exteriores con cuidado de no tocar el traje para no infectar el segundo par de guantes. Posteriormente, hay que retirar el capuz junto con las gafas y comenzar la apertura de las solapas del buzo, intentando tocar lo mínimo posible la parte contaminada. Después, hay que bajar la capucha y el traje hasta los hombros, con el máximo cuidado posible para no rozarse la cara con el guante. Seguidamente se baja la cremallera hasta el final del traje y se retiran las cintillas del dedo pulgar para sacar las mangas y continuar bajándose el buzo hasta los pies, sacándolo completamente y tocando sólo la parte interior del traje.
Retirarse las calzas interiores es el siguiente paso para terminar quitándose la mascarilla y los guantes interiores con mucho cuidado puesto que después de toda la retirada ya podrían estar infectados. Para finalizar, el sanitario tiene que relajarse e hidratarse tras abandonar la sala y, posteriormente, debería ducharse con clorhexidina jabonosa para desinfectarse completamente.
*Este informe es un reportaje periodístico que en ningún caso pretende sustituir a la formación práctica sobre medidas de protección frente al virus del ébola, ni pretende ser algo parecido a una guía, protocolo o manual.
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