REDACCIÓN/AGENCIAS.- El uso de anticonceptivos orales, conocidos también como «píldora anticonceptiva», ha evitado la aparición de 400.000 casos de cáncer de endometrio en los últimos 50 años, en los países ricos, incluyendo unos 200.000 en la última década. Es la conclusión de un estudio científico elaborado por investigadores de la Universidad de Oxford (Reino Unido) y publicado en la prestigiosa revista The Lancet Oncology.

Además, el efecto protector de la píldora anticonceptiva persiste durante «décadas después» de dejar de tomarla, asegura el estudio, lo que, a juicio de los expertos, significa que las mujeres que la utilizan a los 20 años siguen beneficiándose de esta protección a los 50 años, momento en el que el cáncer de endometrio tiene una mayor incidencia.

Para alcanzar estos datos, los expertos analizaron los datos de 27.276 mujeres con cáncer de endometrio obtenidos en 36 estudios realizados en América del Norte, Europa, Asia, Australia y África del Sur. De esta forma, los investigadores pudieron comprobar que por cada 5 años de uso de la píldora, el riesgo de padecer cáncer de endometrio se reduce aproximadamente una cuarta parte. Por lo tanto, en los últimos 50 años se han prevenido alrededor de 400.000 tumores de endometrio, de los que 200.000 se han evitado en la última década.

Asimismo, y aunque los niveles de estrógenos en los anticonceptivos orales han disminuido notablemente en los últimos años, ya que en la década de 1960 contenían más del doble de dosis de estrógenos que en la década de 1980, los investigadores han señalado que la reducción del riesgo de padecer cáncer de endometrio es prácticamente igual.

La comercialización y el uso de la píldora anticonceptiva se legalizaron en España en 1978. Actualmente, más de cien millones de mujeres la utilizan en todo el mundo.

Tradicionalmente, se ha venido hablando de los riesgos asociados a los anticonceptivos orales, que según diversas investigaciones pasarían por una mayor tendencia a la trombosis o a sufrir un ictus. Además, es importante recordar que no protege contra las infecciones de transmisión sexual como el VIH. Sin embargo, este estudio publicado en The Lancet Oncology pone el foco en sus beneficios y por primera vez aporta cifras concretas de casos de cáncer evitados.