REDACCION.- Según un estudio elaborado por la Facultad de Enfermería de la Universidad de Pennsylvania (Estados Unidos), durante la pandemia “las enfermeras han continuado brindando un estándar de atención de crisis, que requiere la asignación y el uso de recursos médicos escasos”. Esta atención, en el contexto de COVID-19, una enfermedad infecciosa y potencialmente fatal, requiere que las enfermeras “equilibren su deber de cuidar a los pacientes mientras se protegen a sí mismas y a sus familias. Los estándares de atención en caso de crisis causan una gran angustia moral a los sanitarios”, según los investigadores norteamericanos
Además, según este artículo publicado en la revista Journal of Advanced Nursing, “las situaciones específicas de COVID-19 fueron las más angustiantes, por ejemplo, el riesgo de transmisión a los miembros de la familia de las enfermeras, el cuidado de pacientes sin familiares presentes y el cuidado de pacientes que mueren sin la presencia de familiares”
Durante su trabajo científico, los investigadores pudieron cerrar las brechas de conocimiento sobre los tipos y el grado de angustia moral experimentada por las enfermeras, los factores asociados con la angustia moral durante la pandemia de COVID-19 y su relación con salud mental a más largo plazo.
“Descubrimos que el volumen de atención al paciente y el equipo de protección personal de COVID-19 aumentaron la angustia moral, mientras que la comunicación eficaz del liderazgo la disminuyó y mejoró la salud mental posterior al aumento”, dice la autora principal, Eileen T. Lake, y añade que “dados los efectos negativos persistentes en las enfermeras que sufren angustia moral durante una crisis, nuestros hallazgos deberían motivar y brindar orientación a los líderes en la pandemia de COVID-19 en curso y las crisis futuras”.