ÁNGEL M. GREGORIS.- “El 73% de los fumadores ha intentado en algún momento dejar de fumar. El 57% abandonó el hábito sin ayuda, sólo el 8% con tratamiento farmacológico y el 13,7% con un programa de deshabituación tabáquica”. Estos son sólo algunos de los datos que se desprenden de la encuesta a pacientes presentada por Cardioalianza. que ha puesto de manifiesto la necesidad de que las instituciones sanitarias apuesten por la educación contra el tabaquismo y la prevención frente a posibles enfermedades derivadas del tabaco.
Y esta educación para la salud pasa, indudablemente, por las enfermeras, uno de los pilares fundamentales a la hora de ayudar y concienciar a la población. Ellas como profesionales más cercanos a los pacientes, deben conocer y formar no sólo a los afectados, sino también a los no fumadores y, sobre todo, a los niños.
En este sentido, Diego Ayuso, secretario general del Consejo General de Enfermería, ha recordado que desde la Organización Colegial se lanzó una potente campaña a nivel nacional para educar a los niños sobre este asunto. “A través de Coche sin humo, intentamos llegar a las poblaciones más jóvenes para que ellos a su vez transmitiesen el mensaje a sus familiares. Había un gran desconocimiento de lo perjudicial que es el hábito tabáquico y tenían muchísimo interés en enterarse de la problemática”, ha afirmado Ayuso.
Asimismo, ha puesto de manifiesto el rol de las enfermeras en las unidades de tabaquismo. “Para lograr estos objetivos, es necesario pensar en el trabajo de un equipo multidisciplinar. Hemos visto que las terapias combinadas son las que están consiguiendo mejores beneficios. Nosotros, los enfermeros, tenemos un papel principal a la hora de dar educación para la salud y, además, existen compañeras expertas en estas unidades que pueden dar un soporte tanto conductual como emocional”, ha recalcado Ayuso, que ha subrayado la necesidad de “empoderar al paciente y que sean ellos los que asuman ese rol para superar la adicción”.
Durante la presentación de la encuesta también se ha abordado la deshabituación tabáquica en los pacientes con enfermedad cardiovascular. Diego Ayuso ha destacado que la experiencia de los profesionales es que “el abandono del tabaco está totalmente relacionado con el impacto que ha tenido en la salud del paciente el evento cardiovascular”.
“La deshabituación tabáquica está relacionada con el sentimiento de enfermedad real. Hoy en día los procesos se abordan con mucho éxito terapéutico y por eso los afectados no tienen conciencia de su enfermedad. Debemos insistir y convencer de que se encuentran bien porque están manteniendo hábitos de vida saludable. Pero, en definitiva, sí que detectamos que la recaída es antes o más frecuente dependiendo de la gravedad”, ha resaltado Ayuso.
Por su parte, Maite Saturnino, presidenta de CardioAlianza, resaltó “la importancia de las asociaciones de pacientes para prestar apoyo y ayuda para dejar de fumar, los ciudadanos y pacientes tienen que contar con las asociaciones de pacientes y con los profesionales sanitarios, médicos y enfermeras, juntos se puede dejar de fumar y eliminar un riesgo elevadísimo de tener enfermedades cardiovasculares y cáncer”.