EUROPA PRESS.- La enfermera María Osés Zubiri ha analizado en su tesis doctoral, leída en la Universidad Pública de Navarra (UPNA), las ‘Actitudes, aptitudes y creencias de la profesión enfermera sobre el final de vida y su cuidado’. Según su investigación, «sería recomendable intervenir en aquellas actitudes evitativas ante la muerte y considerar, por parte de los y las enfermeras la adquisición de competencias propias en el contexto de los cuidados de fin de vida, de manera que faciliten su calidad y desarrollo», apunta la enfermera.
En su trabajo, el cual ha recibido la calificación de sobresaliente con mención internacional, María Osés comparó las actitudes, aptitudes y creencias sobre el final de vida y su cuidado en un grupo de enfermeras de Navarra y de Valdivia (Chile). Para ello tuvo en cuenta diferentes períodos y escenarios de su actividad laboral (atención especializada y Atención Primaria), así como diferentes variables sociodemográficas (edad, género, estado civil, religión y percepción de competencias técnicas y emocionales), según ha señalado la Universidad Pública de Navarra.
Tal y como ha explicado esta enfermera, en todas las dimensiones se encontraron diferencias significativas en torno a las actitudes, aptitudes y creencias hacia la muerte según la edad, el contexto cultural y religioso y las experiencias previas de muerte, así como en la percepción emocional y técnica que los profesionales percibían para el cuidado de pacientes al final de la vida y su afrontamiento. En este sentido, ha señalado que, por ejemplo, «tener mayor experiencia previa en ceremonias fúnebres, profesar una religión o tener una autopercepción alta en el manejo técnico en los cuidados de enfermería al final de la vida son aspectos que favorecen una construcción adecuada sobre el concepto de muerte, así como una provisión asistencial coherente y flexible de cuidados paliativos durante el proceso de fin de vida».
En cuanto a los resultados, las enfermeras de Navarra «mostraron mayores niveles de actitud de miedo hacia la muerte respecto a los de Valdivia, los cuales se diferenciaron por mayores actitudes positivas de reacercamiento y de escape con respecto a la muerte». Asimismo, el grupo de profesionales de Navarra obtuvo una puntuación menos favorecida «en el afrontamiento de la muerte en términos generales, así como menores aptitudes para el cuidado de pacientes moribundos y sus familiares», cuenta la investigadora.
Por su parte, el grupo de Valdivia «mostró significativamente posturas más trascendentales que los profesionales de Navarra, resultando ser más ortodoxos y con posturas más cercanas a la segunda ingenuidad frente a otras posturas como el relativismo y la crítica externa».
María Osés Zubiri ha recogido en sus conclusiones cómo los factores sociodemográficos y las experiencias, tanto personales como culturales, «influyen para elaborar una serie de actitudes, aptitudes y creencias en torno a la muerte y su proceso», cuenta la enfermera. «Dichos factores intervienen en la conformación de unos cuidados de enfermería al final de la vida, tanto comunitarios como hospitalarios. Las habilidades aprendidas, tanto emocionales como prácticas, facilitan la atención a personas en situación terminal y a sus familiares, por lo que es necesario su abordaje entre el colectivo sanitario», continúa.
En ese contexto, a partir de su análisis, la autora del trabajo ha recomendado intervenir en las actitudes evitativas ante la muerte y su afrontamiento entre las enfermeras, «y considerar la adquisición de actitudes positivas neutrales y de reacercamiento, así como la adquisición de competencias propias en el contexto de los cuidados de fin de vida que faciliten su calidad y desarrollo». En ese sentido, tal y como apuntan las conclusiones de este estudio, es necesario «fomentar el número de programas de formación de enfermería en cuidados paliativos y en fin de vida, dirigidos a nivel de pregrado como de posgrado», concluye Osés Zubiri.
Un Comentario
ÁNNA
Completamente de acuerdo con la conclusión. Se necesita una mayor preparación para el personal sanitario para afrontar la muerte desde la perspectiva de cuidados paliativos.