ALICIA ALMENDROS.- La piel es el órgano que ocupa la mayor parte de nuestro organismo, en cambio muchas veces su cuidado pasa desapercibido. “El cuidado de la piel es muy importante en todas las personas, pero el paciente oncológico debe tener una mayor precaución en estos días de calor”, resalta Julio de la Torre, jefe de estudios del Grado de la Escuela de Enfermería de San Juan de Dios de la Universidad Pontificia de Comillas.
Cada año hay más de 18 millones de casos nuevos de cáncer en el mundo y la previsión para 2040 es que ascienda a 30 millones, los cánceres de la piel siguen siendo una parte muy importante dentro de esas cifras, “y esa predicción le da más importancia, si cabe, a la necesidad de educar a la población a evitar factores de riesgo, que en el cáncer de piel pasaría por tomar el sol con la debida precaución, sumado a la educación y al uso de factores de protección”, resalta De La Torre. “Con un incremento del 63% de afectados en las próximas décadas hay que actuar en la educación de la población desde la base de la prevención. Además, se debe apostar por la formación de profesionales que atienden todos estos nuevos casos para lograr su detección lo antes posible para evitar su expansión”, añade.
Tratamientos
Los tratamientos que recibe el paciente oncológico afectan a la piel en buena parte de su metabolismo por lo que los cuidados deben ser más concretos. “Es como cuando uno tiene un niño pequeño que tiene la piel muy sensible. Hay tratamientos que producen acné o síndrome de mano pie… con lo cual insistimos mucho en la higiene. Debe ser con agua templada, jabones basados en avena, suaves y neutros; y después usar cremas específicas. Al existir una gama de precios de todo tipo, intentamos buscar las más económicas y mejores en ese sentido. Nos adaptamos a la piel del paciente en función de lo que necesita”, explica De la Torre.
En caso de que el paciente se esté sometiendo a un tratamiento de radioterapia se recomienda directamente no tomar el sol. “Y si se toma, se deben seguir recomendaciones como usar cremas con factores de protección muy elevados. No nos vale cualquier protector solar. De hecho, se necesita una pantalla total que haga de protección completa. El objetivo es que hagan una vida lo más normal posible y tenemos herramientas para ello. Con lo cual insistimos mucho en que lleve una botella grande agua, que use protección y prendas de deporte que venden con protección solar. Esto es fundamental”, resalta el enfermero.
Exposición al calor
La piel es también un mecanismo de termorregulación de tal manera “que debemos hidratarnos tanto por fuera como por dentro para que con la sudoración no nos deshidratemos. Por otra parte, el cambio climático, las tormentas solares y demás hacen que los rayos ultravioletas incidan de forma más profunda y más incisiva en la piel de toda la población. Nosotros en España, en general, la población tenemos una piel muy blanquita, con lo cual tenemos que buscar esa protección si cabe, con mucho más ímpetu, además de hidratarnos”, resalta De la Torre.
Algunas de las advertencias son evitar la exposición solar directa en las horas centrales del día y utilizar un protector solar adecuado para cada tipo de piel. “En este sentido -explica-, hemos de personalizar el consejo de cuidado; hay seis fototipos de piel, y a cada uno le conviene un factor de proyección diferente”.
Al tipo 1 pertenecen las personas de piel y pelo muy blanca, con pecas, ojos claros. Se suelen quemar siempre y necesitan un factor de protección de 50 hacia arriba. Las personas con tipo 2 se caracterizan por tener la piel clara, cabello claro, de los que se suelen quemar fácilmente y necesitan un factor de protección entre 30 y 50. Las personas de fototipo 3, son las que tienen una piel blanca, que se suele quemar al sol, y toma color de forma fácil. Éstas también deben también protegerse y no bajar la guardia con un factor de protección entre 15 y 30.
También están las personas con tipo 4 y 5 de piel blanca pero ligeramente oscura, pelo y ojos castaños u oscuros. Se pigmentan con facilidad y de forma rápida. Apenas se queman alguna vez, pero necesitan una protección entre 5 y 10. Finalmente, las personas de piel negra, fototipo 6, que no se queman, pero precisan también de un mínimo de protección (FP5).
Alimentación
Unos cuidados en los que la alimentación tiene mucho que decir. “La buena alimentación, el ejercicio físico y estar bien hidratado por dentro es fundamental para que nuestros pacientes estén bien cuidados. Hay que innovar en la cocina para que los pacientes sientan que tienen una dieta equilibrada y completa sin pensar que tienen una dieta de enfermo”, apunta el enfermero.
Dar consejos y recomendaciones es algo que las enfermeras transmiten muy bien. “Debemos insistir en este tema todos los años. Es cierto que cada vez hay más conciencia de protección solar, pero debemos ser conscientes de que hay una franja de población que hemos vivido quemaduras solares, tenemos muchos lunares y manchas y debemos vigilarnos y seguir cuidándonos porque la piel tiene memoria”, finaliza De la Torre.