ÁNGEL M. GREGORIS.- Alejandro y María son padres de una niña que nació con médula anclada y, a causa de esta afección, no puede controlar los esfínteres y requiere de un tratamiento de sondaje vesical que debe realizarse cada tres horas para evitar complicaciones que suelen requerir ingresos hospitalarios. Estos sondajes son una pauta fundamental de su tratamiento y también deben respetarse dentro de su jornada escolar, ya que de no hacerlo la niña sufre el riesgo de infecciones, con el problema añadido que eso conlleva para su patología.

Calidad de vida

Los cuidados y el acompañamiento de una enfermera sería fundamental para que la niña tenga una mejor calidad de vida, pero sus padres denuncian que dese la Consejería de Educación de Cantabria hacen oídos sordos a esta necesidad. “Tanto desde la dirección de su colegio en Torrelavega como por nuestra parte, hemos intentado contactar con ellos para informarlos y solicitar que un profesional enfermero pudiese acudir al centro diariamente a tratar a nuestra pequeña. Las respuestas que nos han ofrecido han sido de lo más variopintas y nada por escrito. Ninguna de las propuestas atiende ni a criterios de inclusión ni de atención a la diversidad y desde luego distan mucho de velar por su derecho a la educación, a la igualdad y a su atención sanitaria”, apuntan.

En vista de esta situación, han abierto una petición en Change.org para que la gente los apoye y consigan una solución.

Solución temporal

La madre denuncia que la “solución temporal que nos han aportado es que yo, su madre, que también soy docente y soy quien normalmente realiza los sondajes, me desplace y acuda al centro las dos veces diarias que necesita”.

Para ellos es inadmisible el caso omiso que se les está haciendo porque “Lo que solicitamos es algo que ya está inventado y que existe en muchas Comunidades Autónomas. No queremos parches, necesitamos soluciones a largo plazo porque las enfermedades crónicas por desgracia son de por vida, requieren de cuidados directos y permanentes y en su mayoría son irreversibles”.

No es un caso aislado

Asimismo, apuntan que su hija “no es un caso aislado”: “Hay muchos niños en Cantabria que por enfermedades crónicas de todo tipo (diabetes, asma, epilepsia, TDAH, cardiopatías…) ahora mismo se encuentran desatendidos o atendidos por sus familiares y por lo tanto nos vemos obligados a salir del mercado laboral para atender unas necesidades médicas que debieran ser cubiertas por las administraciones públicas de Sanidad y Educación.

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