REDACCIÓN.- El Consejo de Colegios de Enfermería de Castilla y León confía en que la Consejería de Sanidad asuma en los grupos de trabajo creados para analizar la modernización del sistema asistencial sanitario de la comunidad autónoma la creación de la figura de la enfermera escolar, aunque por ahora se lleve a cabo, tal como propone la Administración regional, dentro del área de Asistencia Primaria, es decir, dentro de los centros de salud repartidos por la geografía regional. Castilla y León, con tan solo 24 enfermeras escolares, es una de las comunidades donde menor ratio de estas profesionales se registra por alumno, ya que son más de un millar los centros educativos públicos existentes. “Tras la reunión que mantuvimos con la directora general de Asistencia Sanitaria y Humanización, Silvia Fernández, se acordó la apertura de unos grupos de trabajo para abordar los temas que necesitan una intervención prioritaria”, explica el presidente del Consejo, Enrique Ruiz Forner.

Despliegue

La pretensión del Consejo es lograr en su día un despliegue que sitúe a las enfermeras escolares en la mayor parte de los centros educativos, pero asume este primer inicio, si bien entiende que la decisión carga aún más de tareas la ya de por sí ocupada cartera de servicios de los profesionales en los centros de salud. “Y esta decisión debería tomarse ahora, en estos días previos al inicio del nuevo curso escolar”, agrega Ruiz Forner.

La importancia de formación para la salud

Ruiz precisa que el número actual de enfermeras escolares es claramente insuficiente para proporcionar una atención sanitaria adecuada y oportuna a los estudiantes. “El modelo de basar todo en la Atención Primaria sirve quizá para la atención de casos de enfermedades crónicas, o determinados casos concretos, pero resulta insuficiente para proporcionar una atención sanitaria adecuada y oportuna a todos los alumnos y estudiantes. La falta de personal especializado en los centros educativos pone en riesgo la salud del alumnado y la reciente pandemia del COVID-19 es un ejemplo de cómo la presencia de un profesional sanitario en los colegios hubiera servido de ayuda para el control de la trasmisión de la enfermedad”, argumenta el presidente.

Ruiz Forner recuerda en este sentido que las enfermeras escolares se encuentran capacitada para brindar una atención sanitaria inmediata, para gestionar emergencias y para proporcionar primeros auxilios y son unas profesionales esenciales para el seguimiento y gestión de las condiciones crónicas de determinados estudiantes, como pueda ser aquellos que padezcan diabetes, asma o alergias severas, entre otras, “asegurando que los afectados reciban el cuidado necesario para mantenerse saludables y, lo que es más importante aún, enfocados en sus estudios y en su futuro”, precisa.

Reducción del absentismo y generación de un ambiente escolar saludable

El Consejo de Colegios de Enfermería, que acepta que sea el actual modelo de Asistencia Primaria el que se ocupe de la enfermería escolar recuerda que la presencia de enfermeras en los centros educativos reduce el número de ausencias por problemas de salud, ya que permite a los estudiantes que asistan con regularidad a sus clases y mantengan un rendimiento académico constante. “Al gestionar brotes de enfermedades y promover prácticas de higiene, las enfermeras escolares contribuyen a un ambiente más saludable y seguro para todos”, agrega Ruiz Forner.

Apoyo emocional

La enfermera escolar aporta además apoyo emocional y ayuda a que los estudiantes afronten situaciones de estrés, ansiedad y otros problemas de salud mental. Además, a través de la educación en salud, promueven hábitos de vida saludables y previenen comportamientos de riesgo, como el tabaquismo o la drogadicción.

Sobrecarga de trabajo

“Creemos que derivar al servicio de Atención Primaria aumentará la carga de trabajo para estos profesionales, que ya están bajo presión y puede conllevar tiempos de espera más largos y una atención menos eficiente, tanto para los alumnos y estudiantes como para la población en general”, dice el presidente. “Por eso, si bien aceptamos que ahora se aplique este modelo, entendemos que la Atención Primaria no está diseñada para manejar la inmediatez y la frecuencia de las necesidades sanitarias escolares, lo que podría resultar en una gestión menos efectiva. Además, sin enfermeras escolareas se pierde una fuente vital para la educación para la salud en las aulas, porque estas profesionales imparten también conocimientos sobre higiene, nutrición, prevención de enfermedades y estilos de vida saludables, lo que resulta esencial para el desarrollo integral de los estudiantes”, advierte.