REDACCIÓN.- Los colegios de Enfermería de Zaragoza, Huesca y Teruel “no ven inconveniente” a la propuesta que está estudiando la dirección general de Recursos Humanos del Servicio Aragonés de Salud en ampliar la vida laboral de las enfermeras hasta los 70 años. Ahora bien, ellos consideran que el retraso de la edad de jubilación deberá ser siempre una decisión “personal y voluntaria” de cada profesional.

Representantes del Servicio Aragonés de Salud se han reunido con los tres colegios profesionales de Enfermería de Aragón para hablar sobre este tema. “Mientras sea voluntario, entendemos que una enfermera puede decidir que todavía su vida laboral no ha terminado y que puede ser útil al sistema”, ha manifestado, Teresa Tolosana, presidenta del colegio zaragozano a la salida de la reunión.

Falta de personal

Carmen Tosat, presidenta del colegio de Huesca, y Teresa Tolosana, presidenta del colegio de Zaragoza, han participado de forma presencial; mientras que Concepción Gómez, de Teruel, ha estado presente de forma telemática.

En un contexto de falta de personal, en opinión de las organizaciones colegiales “no hay ningún argumento que pueda contradecir eso”. Según se ha explicado a los asistentes, el Servicio Aragonés de Salud está llevando a cabo un estudio de las necesidades y recursos disponibles para así conocer la tasa de reposición de enfermeras.

Fórmulas

Tolosana también ha indicado que “a medio y largo plazo, como ocurre en otras profesiones, sería interesante poner sobre la mesa fórmulas para que las enfermeras, más allá del interés personal, tengan un plus o unas motivaciones para que le sea atractivo quedarse en la profesión”.

En la actualidad, y tal como reconocen las responsables colegiales, multitud de enfermeras optan por la jubilación anticipada una vez cumplido sus años de cotización. Una situación que, en opinión de los colegios, no es contradictoria.

Legítimo

“Es legítimo defender, y por eso lo hacemos, que las enfermeras puedan jubilarse de forma anticipada, sobre todo aquellas que por sus puestos de trabajo y responsabilidad están sometidas a un mayor esfuerzo y riesgo. Pero también queremos que, igual que los médicos tienen esa posibilidad, se nos permita decidir si deseamos continuar o no en nuestros puestos de trabajo”, puntualizan.

La postura esgrimida por las responsables de los colegios provinciales aragonesa va en línea por la defendida el pasado 5 de febrero por el secretario general del Consejo General de Enfermería (CGE), Diego Ayuso. El alto cargo del CGE aseguró al periódico digital Consalud que, en la primera reunión celebrada con la ministra de Sanidad, Mónica García, se puso sobre la mesa “extender el derecho de jubilación activa voluntaria” al colectivo enfermero, tal y como ya lo están disfrutando los facultativos médicos.

Ayuso aseguró que las “necesidades y carencias del Sistema Nacional de Salud resultan “idénticas en relación con las plantillas enfermeras” y destacó que “el grado de sobrecarga y burnout que soportan las enfermeras en el primer nivel asistencial es el mismo que el de los médicos”.