IRENE BALLESTEROS.- El número de fumadores en España diario es de casi el 20%. La edad media de inicio es entre los 16 y 17 años y los hombres son más propensos a este consumo (23,3%), tal y como indica el último Informe Anual del Sistema Nacional de Salud de 2022. A pesar de las campañas de deshabituación tabáquica que llevan años circulando entre la población, esta sigue sin estar concienciada de su impacto en la salud y medioambiente. Y es que, además de ser una droga y una adicción que cuesta abandonar, algo de lo que muchos no son conscientes es de que el tabaco es una enfermedad crónica que debe ser tratada igual que la diabetes o la hipertensión. Así lo ha explicado una enfermera de Atención Primaria en una charla sobre deshabituación tabáquica impartida en la Ruta Enfermera, una campaña de visibilidad de la profesión que ponía punto y final en Guadalajara el pasado mes de junio.
«Es verdad que muchas veces pensamos que el tabaco es una adicción o droga, y algo que quería dejar reflejado en la charla de la Ruta Enfermera en Guadalajara, es que tanto a nivel de los profesionales sanitarios como de la población tenemos que conocer que el tabaco es una enfermedad crónica, que tenemos que tratar como una diabetes o hipertensión. Tenemos que conocer que es un proceso largo, y que aunque seamos exfumadores, hemos tenido esa adicción en el pasado, entonces esa persona en algún momento puede tener algo de desmotivación que le incite a volver, por lo que tenemos que darle ese apoyo tanto las enfermeras como el entorno sociofamiliar. Igual que al hipertenso le decimos que no tome sal o que haga ejercicio, a los fumadores les tenemos que ayudar a que lo dejen. Hay que centrarse ya no solamente en las patologías que están más presentes, como la diabetes, hipertensión, dislipemia, también está el tabaco que es algo en lo que tenemos que hacer hincapié desde los centros de salud o en iniciativas como esta de la Ruta Enfermera en charlas y comunicaciones a la población», explica Nieves del Barrio, enfermera de Atención Primaria en el Área de Salud de Azuqueca de Henares (Guadalajara).
¿Cómo nos afecta el consumo de tabaco?
Cuando fumamos no somos conscientes de las sustancias que estamos incorporando en nuestro organismo, por ello, tener a enfermeras de referencia que nos expliquen los componentes y el impacto de un cigarrillo puede marcar la diferencia.
«Me parece importante que en las charlas o comunicaciones a la población que impartimos les dejemos también una imagen impactante a los pacientes, mostrarles un cigarrillo y todas las sustancias que tiene en su interior. Pensamos que un cigarro es un elemento pequeño, que no contiene nada, y no, lleva más de 4.700 sustancias, entre ellas, más de 200 nocivas y más de 50 son cancerígenas. Pensamos que estamos fumando simplemente nicotina, un poquito de alquitrán, pero lo cierto es que lleva vinagre ácido acético, pintura, etanol, butano, muchas sustancias que no lo sabemos y cuando nos lo ponen enfrente decimos, ¿qué me estoy fumando? En los centros de salud, a los pacientes en consulta y en mis charlas siempre muestro los beneficios de dejar de fumar, desde los 20 minutos hasta los 20 años, todo lo que mejora, a nivel cardiopulmonar, cardiovascular, la dependencia física y psicológica que presentamos», sigue la enfermera de Atención Primaria.
Consejos enfermeros
Las indicaciones de la enfermera de Atención Primaria son un recurso que tiene la población a su disposición para dejar de fumar, sin embargo, son muchos los que desconocen la ayuda de este colectivo que puede mejorar en gran medida su salud. «Principalmente les digo que dejar de fumar es posible, que es algo que les decimos en consulta. Igual que nos centramos en los aspectos negativos del tabaco, también tenemos que dar la educación y la charla en el ámbito positivo, siempre viendo los beneficios que tiene dejar de fumar, la ayuda que les vamos a prestar, les recuerdo que la deshabituación tabáquica va a constar de dos partes. El tratamiento va con un acompañamiento psicológico y conductual y también está la ayuda farmacológica, que si juntamos ambos porque la persona no puede dejar de fumar, la evidencia científica dice que mejora muchísimo y se consigue al final esa deshabituación tabáquica. También les recuerdo que han tomado la mejor decisión de su vida para su salud, y también para los que los acompañan, los que están a su alrededor y también para el medioambiente. Que van a mejorar su calidad de vida, les recuerdo que al poco tiempo van a recuperar el olfato, el gusto, se van a encontrar bien, van a respirar mejor, sentirse más ágiles. Y, sobre todo darles a conocer el recurso de la enfermería, porque en mi día a día me encuentro con pacientes que no nos conocen o a los que no hemos sabido llegar, entonces es un buen momento para hacerles saber que ahí está la enfermera de Atención Primaria para ayudarles a dejar de fumar», concluye la enfermera que ha impartido la charla.