REDACCIÓN.- «Lo peor es vivir con una sintomatología de gripe a diario», esto es lo que siente Yolanda Vega, una enfermera que se infectó en abril de 2020 de COVID-19 en el centro de salud de La Barrera, en Castro-Urdiales, y que, desde entonces, sigue presentando síntomas. El COVID-19 lleva formando parte de nuestras vidas desde hace tres años. El virus se ha propagado tanto y ha sido tan virulento que, en la actualidad siguen quedando pacientes con sintomatología persistente, lo que se denomina como COVID-19 persistente. Fatiga, disnea, disfunción cognitiva… estos síntomas reducen la calidad de vida de estos pacientes. Sin embargo, a pesar del conocimiento sobre esta enfermedad, siguen sin existir unidades específicas multidisciplinares que traten a estos pacientes. Una demanda que han materializado las enfermeras de Bizkaia en la última jornada «COVID-19. Una enfermedad de larga duración», organizada por la Asociación Long COVID Euskal Herria y que ha acogido el Colegio de Enfermería de Bizkaia en su sede de Bilbao.
Yolanda Vega e Isabelle Delgado, periodista, paciente y presidenta de la Asociación Long COVID Euskal Herria, han expuesto a la audiencia la problemática y sintomatología de este colectivo de pacientes crónicos, la inexistencia de unidades específicas, la falta de normalización en su diagnóstico y las controversias relativas a las bajas laborales en una jornada que fue inaugurada por María José García Etxaniz, presidenta del Colegio de Enfermería de Bizkaia.
COVID-19 persistente
La historia de la enfermera Yolanda Vega es el claro ejemplo para demandar la creación de estas unidades específicas. Cuando contrajo la enfermedad y empezó a presentar síntomas nuevos, empezó a buscar información y dio con esta asociación que arrojó luz a su situación. En relación a sus síntomas tras contraer la enfermedad afirma que «lo peor es vivir con una sintomatología de gripe a diario. Vivir con “gripe” todos los días produce mucho agotamiento y te limita en tus actividades básicas de la vida. Te golpea en tu vida laboral, familiar y social. Necesitas muchas horas de descanso para funcionar un poco. He tenido también empeoramiento de enfermedades previas. Al ser una enfermedad de afectación vascular e inflamatoria, se presenta con múltiples síntomas y afectaciones. En la Guía clínica para la atención al paciente long covid / covid persistente de la SEMG (Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia) se describen más de 200 síntomas. Yo, de esos 200, sufro varios de ellos».
Por todo lo anterior, la enfermera solicitó «la creación de unidades de COVID-19 de larga duración que sean unidades multidisciplinares y actualizadas, para dar una atención digna y de calidad». Igualmente, abogó por el «reconocimiento verdadero al personal sanitario de accidente de trabajo y enfermedad profesional por COVID-19 y la afección posterior al COVID-19 respectivamente. Aun estando reconocida legalmente, son muchas las trabas que nos encontramos y no se nos reconoce», continúa.
A este respecto, pidió el reconocimiento de la incapacidad que produce la afección posterior por parte del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS): «el INSS está dando altas a personas enfermas; si esto no se arregla, somos empujadas a dejar nuestros trabajos sin ningún soporte económico». También aprovechó para demandar el conocimiento del «alcance real de la enfermedad, el número de pacientes y de la discapacidad que produce», así como «investigación para encontrar tratamientos que puedan mejorar nuestra calidad de vida».
Un presente y futuro inciertos
Por su parte, Isabelle Delgado, presidenta de la Asociación Long Covid Euskal Herria, destacó que «las personas con COVID-19 crónica libramos muchas batallas todos los días. Vivimos un presente incierto y un futuro incierto; una vida sin planes. Somos el recuerdo molesto de la pandemia», cuenta.
Delgado expuso a la audiencia que la asociación está formada por personas «que estamos enfermas desde el momento del contagio por COVID-19, sin importar la gravedad de la fase aguda inicial. Así, luchamos contra el sentimiento de abandono y de inquietud ante la enfermedad posterior al COVID-19 aguda, ya que muchas personas continuamos presentando síntomas y signos y no nos hemos curado. Entre los objetivos de nuestra entidad están la solicitud de creación de un protocolo sanitario específico y unificado, el tratamiento holístico de nuestra enfermedad y la constitución de unidades especializadas multidisciplinares y con formación específica», concluye.