ANA MUÑOZ.- Conseguir que todas los centros de educación especial incluyan en sus plantillas la figura de la enfermera es el objetivo de la Asociación Catalana de Enfermería y Salud Escolar (ACISE), que acaba de presentar un manifiesto buscando apoyos para sacar adelante una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) con la que se empuje al Parlamento Catalán a crear una normativa sobre la materia. Para poder presentar la ILP deben recoger al menos 50.000 firmas. El plazo que la asociación se ha fijado termina el 6 de mayo, día en que quiere celebrar la “Diada de la enfermera escolar”, a imagen y semejanza de la celebración que se hace anualmente en Estados Unidos.
Hasta ahora, según datos de esta asociación sin ánimo de lucro, sólo entre un 1 y un 2 por ciento de las 178 escuelas de educación especial que hay en Cataluña disponen de enfermera. Sin embargo, sí existe la obligatoriedad de contar con un fisioterapeuta. Ante esta situación, ACISE asegura en el manifiesto que “es necesario dar cobertura asistencial a los diferentes problemas de salud agudos y crónicos que puede presentar la población escolar, (…) desde P3 hasta el final de la secundaria y asegurando la coordinación y la continuidad de los contenidos”. Los destinatarios de la atención de esta enfermera escolar serían todos los actores de la comunidad educativa: maestros, padres, AMPA y especialmente niños y adolescentes.
Engràcia Soler, presidente de ACISE, asegura a DiarioEnfermero.es que el objetivo final es conseguir que la presencia de la enfermera escolar se extienda a todos los centros educativos -no sólo a los de educación especial-, ya que en todos hay niños con alergias, diabetes y otras enfermedades crónicas que necesitan de esta figura. Esa es, de hecho, una demanda histórica tanto de la profesión como de su máximo órgano de representación, el Consejo General de Enfermería. Sin embargo, Soler explica que “como medida más urgente, queremos que se tengan en cuenta, de entrada, las escuelas de educación especial y aquellas ordinarias que tienen una unidad de estos cuidados”.
La gravedad de la situación actual radica, según Soler, en que “las actividades que deberían ser competencia de una enfermera dentro de la escuela o bien las asumen profesores, o bien monitores o bien fisioterapeutas. Se trata, por tanto, de una clara invasión de competencias que pone a los niños en una situación de inseguridad”. Su asociación demanda además que la educación para la salud se imparta como una asignatura más y que los programas privados que ya existen de promoción de la salud estén revisados por enfermeras. Y es que, tal y como recuerda, el Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) reconoce como propia de la profesión, además de la competencia asistencial, la competencia de educación para la promoción de la salud.
Según el manifiesto de ACISE, si finalmente el asunto se regulara por ley, las enfermeras de estos centros de educación especial asumirían competencias asistenciales, de educación y promoción de la salud, de gestión de servicios dentro de las escuelas, de asesoramiento y -de manera complementaria- de investigación, de detección y vigilancia de la salud y de acompañamiento.