REDACCIÓN.- El Colegio de Enfermería de Ciudad Real realiza su última jornada sobre los derechos al final de la vida. Un conjunto de cursos organizados por la Comisión de Bioética de la institución que forma a enfermería en los conocimientos que deben poner en práctica cuando un paciente reclama sus derechos al final de la vida, voluntades anticipadas y ayuda a morir, con la intención. Desde 2005 el testamento vital está implantado en Castilla-La Mancha, sin embargo, aún sigue siendo un gran desconocido para ciudadanía y profesionales sanitarios. Por este motivo, es imprescindible la celebración de este tipo de cursos que, de forma intensiva, recojan de manera veraz y responsable el catálogo de derechos que un paciente puede ejercer en el tramo final de su vida.
«Consideramos la necesidad de aportar información, formación y difusión de la Ley Orgánica Reguladora de la Eutanasia (LORE) y del Documento de Voluntades Anticipadas de Castilla-La Mancha e igualmente dar apoyo a nuestras compañeras», afirma Prado Sánchez-Molero, secretaria de la comisión de Bioética y conductora de los mencionados cursos. En los casos en los que los pacientes manifiesten su deseo de morir y seguidamente reclamen su ayuda en el marco del conjunto de derechos al final de la vida, las enfermeras deben estar formadas y tener a su disposición toda la información y herramientas referentes a los derechos al final de la vida de las personas. Este curso nace con esa vocación, la de aportar herramientas de ayuda y manejo a las enfermeras en la idea de contar con los conocimientos oportunos para ofrecer un cuidado exquisito a los pacientes.
Curso de formación
«El curso ha sido impartido por los miembros de la Comisión de Bioética y supone el resultado de un trabajo de equipo donde la Bioética ha centrado el marco de reflexión y análisis. La metodología docente se ha preparado en forma de talleres para hacerlo más participativo y enriquecedor y así es como ha transcurrido a lo largo de las tres jornadas, gracias a la participación e implicación de las compañeras asistentes», afirman desde la institución.
Prado Sánchez-Molero termina recordando que el cuidado “es una idea ética que entraña el compromiso con la protección y el respeto a la dignidad humana y con la salvaguarda de la humanidad. De tal forma que, las acciones del cuidado de enfermería, se fundamentan en el respeto por la dignidad, y la toma de decisiones de las personas que atendemos y sus preferencias”, concluye.