ÁNGEL M. GREGORIS.- El proceso de donación de trasplantes es, sin duda, una de las maquinarias mejor engrasadas del sistema de salud español. Desde que existe un posible donante hasta que el receptor o receptora recibe el órgano, un equipo multidisciplinar de la Organización Nacional de Trasplantes debe ponerse manos a la obra para que todo salga perfecto. No hay ni un minuto que perder. Las enfermeras de los equipos de coordinación de la ONT son una figura muchas veces desconocida, pero imprescindible para conseguir el éxito del trasplante. 196 enfermeras forman parte de estos equipos, lo que supone un 37% del total de coordinadores. Divididas en la coordinación nacional, autonómica y hospitalaria, las enfermeras y enfermeros de este ámbito son parte fundamental para organizar el consentimiento, los traslados y todo lo relacionado con el trasplante.
Rocío Vega, enfermera coordinadora de trasplantes de la ONT, explica que, a nivel nacional, se encargan de ser el nexo de unión entre todos; entre el hospital emisor y el receptor, así como gestionar las listas de espera de la organización. “Lo que hacemos es detectar qué órganos pueden ser donables de esa persona que ha fallecido en función de diferentes pruebas. Realizamos la valoración y procedemos a la distribución de los órganos atendiendo a unos criterios clínicos y geográficos. Lo primero son unos listados de pacientes que están en Urgencia cero, que son aquellos que no pueden esperar un trasplante más de 24 o 48 horas. Si no tenemos pacientes en esa lista o los órganos no son compatibles, se continúa con el resto de los criterios”, afirma Vega.
Visión global de la comunidad
Desde la coordinación autonómica, Sara Sánchez, que trabaja en la de Navarra, destaca que hay que tener una visión global de toda la comunidad autónoma. “Somos los que lideramos las comisiones técnicas de trasplantes o consultiva de donaciones, planteamos estrategias de mejora en la actividad de donación y trasplantes en temas como los donantes de médula. También son quienes gestionan la donación de cordón umbilical, tejidos, que muchas veces es algo más invisible porque no salvan vidas como los órganos, pero mejoran mucho la calidad de vida de los pacientes”, apunta Sánchez.
A nivel de los hospitales, Pilar Alonso y Francisco Benjamín Otero se encargan de la coordinación de trasplantes en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). “Te ocupas de muchas cosas y nunca es igual. Nuestra principal función es que la familia de un fallecido done los órganos para que vuelvan a dar vida. Esa visita siempre es dura. Llevo más de 20 años trabajando aquí y cuando voy a hablar con ellos siempre tengo que ir mentalizándome porque lo principal que tenemos que hacer es empatizar con esa familia. La donación vendrá después, pero lo primero es acompañar”, resalta Pilar Alonso.
Entrevista
En esta misma línea, Otero reconoce que lo más duro es el momento de la entrevista. “Desde que empieza hasta que acaba este proceso a nosotros nos supone unas 17/18 horas de muchísimo trabajo. Una vez que nos aceptan la donación, tenemos que recabar toda la información, hablar con la ONT ver dónde van esos órganos, llamar a todos nuestros equipos, encargarnos de que los equipos que vengan de fuera lleguen al hospital…”
Para Beatriz Domínguez-Gil, directora general de la ONT, “las enfermeras son el alma de la coordinación a todos los niveles y la primera voz al otro lado del teléfono”. “Tienen un papel importantísimo, por una parte, en la identificación de oportunidades de donación, también en la aproximación a las familias en un momento de duelo, gestionan las listas de espera, participan en todos los proyectos de la ONT como el de comunicación en situaciones críticas”, expresa.
Proyecto de comunicación
Este proyecto de comunicación es una de las grandes iniciativas de la enfermería de la ONT. Tal y como cuenta Sara Sánchez, la docencia es otra de las funciones de las enfermeras en la organización. “Es necesario que aquellos que van a enfrentarse a este momento tan duro, como es la entrevista con la familia, tengan herramientas y formación para hacerlo porque en función de cómo se haga, probablemente, esté influenciada una negativa a la donación. Es importante que la familia sienta que se le está ayudando porque si además de perder a un ser querido ven la donación como una agresión sería algo terrible y añadiría más dolor. Por eso, tenemos un curso de formación en el que desde la ONT se dan las herramientas a los profesionales implicados en la donación para gestionar todas esas posibles emociones”, concluye.
Un Comentario
M A. Gonzalez
Desde que se creo la ONT,esta la figura del coordinador hospitalario, en unos hospirales los equipos eran de medicos y enferneros y en otros solo medicos , segun la actividad de los hospitales y los programaa de trasplantes que tenian. Es cierto que era una «figura» no reconocida por casi ninguna histitucion ( hospital, colegios profesionales , etc). Me sorprende la noticia.
En mi caso, ocupe ese puesto desde 1990 hasta 2015 y fue una «lucha» constante para reivindicarlo en mi centro de trabajo.
Me alegro que se «haga la luz».
Lo que si era reconocido y motivo de SATISFACCION, las familias que nos «facilitaban» en nuestro trabajo para ayudar a otros pacientes.
Gracias!!!!