GEMA ROMERO.- Pacientes que no constan en el sistema, firmas de la medicación que no quedan registradas, transfusiones de sangre que no se pueden especificar… Son algunos de los problemas que están teniendo las enfermeras de urgencias del madrileño hospital de La Paz por la implantación del nuevo sistema informático. Por este motivo, tal y como ha publicado hoy la Cadena Ser, han presentado un parte ante el juzgado de guardia, por el temor a cometer algún error y ser denunciados por mala praxis.
Desde el mes de octubre está funcionando el nuevo programa de historia clínica electrónica (HCIS), tanto en el Hospital La paz como en el Gregorio Marañón, el Ramón y Cajal, el Niño Jesús, el Santa Cristina y en el Hospital de La Cruz. Según cuenta Teresa Rubio en la cadena ser, desde la consejería indican que en el resto de centro no está dando problemas, aunque en el servicio de Urgencias sólo funciona en La Paz.
En agosto las enfermeras recibieron un curso formativo para trabajar con el HCIS y ya empezaron a detectar problemas, pero no les hicieron caso. «En el curso no nos enseñaron cosas fundamentales que necesitamos cada día, aprendemos a base de trabajo y ayudándonos las unas a las otras. Ni siquiera tenemos un técnico al que poder preguntar dudas sobre el sistema”.
Ahora con el día a día, las incidencias no paran de crecer. En el escrito presentado en el juzgado, y que publica la Cadena Ser, señalan que “se han comunicado, de manera individual por parte del personal de enfermería a nuestros supervisores algunos de los errores detectados, pero no vemos solución ni respuesta ni respuesta a dichos problemas, a pesar de tratarse de un tema de elevada prioridad debido sobre todo a la falta de seguridad para el paciente”.
Principales problemas
Tal y como narran las enfermeras temen estar duplicando la medicación de los pacientes. “El sistema a veces borra nuestra firma, y no consta que el enfermo haya tomado el fármaco. Cuando cambiar el turno y llega otra compañera, al ver que la dosis del enfermo no está firmada, se la da de nuevo”.
También hay pacientes que no existen para el sistema: “todos los de Canto Blanco y Carlos III son pacientes nuestros que no aparecen en el gestor”. Lo mismo sucede cuando se supera el número máximo de pacientes. El sistema adjudica a cada sala un máximo de 20 pacientes. A todos los demás no se les puede meter en el sistema. “Están, pero informáticamente son invisibles”, subrayan. “No tienen tratamientos, ni tienen dietas, ni tienen cuidados”.
Ante esta situación, que ahora denuncian en previsión de que cualquier paciente las pueda denunciar por mala praxis, prefieren volver al papel hasta que se solucionan los problemas.