REDACCIÓN.- Las enfermeras del equipo de terapia intravenosa del Hospital Clínico San Carlos de Madrid han realizado, durante dos años, una investigación en la que han utilizado tapones con esponja impregnada en alcohol isopropílico que, colocados en los bioconectores de los catéteres PICC, han conseguido reducir la tasa de infecciones, incluso aunque han aumentado en más de un 15% el número de inserciones de catéteres en pacientes, pasando de 486 a 560 en el período de un año.

La colonización de los bioconectores, aunque es un prodecimiento protocolozado y estandarizado, puede causar hasta el 50% de las infecciones tras la inserción del catéter, por lo que es necesario realizar una desinfección de los mismos.

La investigación llevada a cabo en el Clínico San Carlos confirma que la utilización de desinfección pasiva, mediante estos tapones impregnados de alcohol, disminuye la tasa de bacteriemia –presencia de bacterias en la sangre–relacionada con los catéteres centrales en pacientes portadores de PICC (catéter central de inserción periférica), que en ocasiones puede agravarse hasta derivar en sepsis generalizada. Además, ha supuesto un ahorro de más de 64.000 euros al reducirse el número de bacteriemias considerándose un producto rentable en términos coste-eficiencia.

De hecho, gracias a su investigación han obtenido el premio al mejor póster en las XXX “Jornadas Nacionales de Enfermeras Gestoras”, celebradas recientemente en Las Palmas de Gran Canaria. 

Unidad de terapia intravenosa

El Hospital Clínico San Carlos dispone desde 2009 de una unidad de terapia intravenosa compuesta por un equipo multidisciplinar de profesionales que se han convertido en referentes en el empleo de las técnicas más actualizadas de implantación de catéteres intravenosos con técnica ecoguiada.

Desde su inicio, los profesionales de esta unidad han llevado a cabo una intensa labor asistencial habiendo insertado más de 4.600 catéteres intravenosos de los que más de 900 lo fueron durante 2018. El uso de estos catéteres está cada vez más consolidado y avalado por estudios clínicos apoyando su utilización debido a la baja tasa de infección, menor tasa de complicaciones y mayor beneficio y confort para los pacientes con tratamientos prolongados.