A.ALMENDROS / EUROPA PRESS.- El dolor es la quinta constante vital y para la enfermería es clave trabajar teniéndolo en cuenta. Ahora, un grupo de enfermeras -junto con los servicios de Cirugía General y Traumatología- del Hospital Universitario Doctor Negrín de Gran Canaria ha participado en el proyecto internacional denominado «Pain Out». Se trata de un trabajo que se ha centrado en el dolor agudo postoperatorio con el objetivo de lograr la recuperación del paciente con el mínimo dolor posible, según ha informado Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias.
Desarrollado en un período aproximado de 3 años, ha contado con la colaboración de los servicios de Cirugía General y Traumatología, así como con personal de Enfermería que ha tratado directamente a los pacientes tras someterse a cirugía. Asimismo, basado en el modelo de gestión circular del Do-Check- Act- Plan, este proyecto consistió en una primera fase donde se recogieron los datos relacionados con el Dolor Agudo Postoperatorio (DAP) mediante un cuestionario multidimensional (Do), traducido y validado, que reflejaba la situación de partida.
Posteriormente, se analizaron los datos obtenidos, valorando los déficits (Check) para establecer las acciones necesarias con el objetivo de realizar cambios y poner en marcha un paquete de mejoras de calidad (Act) que se implementó en una segunda fase donde se planificó un nuevo reclutamiento de recogida de datos (Plan).
En el estudio participaron entre las dos fases 1.754 pacientes y la edad media era de 63 años. Las cirugías mayoritariamente analizadas fueron la colecistectomía laparoscópica y la prótesis total de rodilla. Las mejoras de calidad implementadas consistieron en realizar valoraciones continuas del dolor, no sólo respecto a la intensidad del mismo sino también en su relación con otros ítems como son la repercusión en la calidad del sueño, en las emociones o en la percepción de la atención recibida, entre otros.
Procurar una información adecuada a pacientes y familiares sobre temas relacionados con el DAP también fue una de las acciones llevadas a cabo, así como la de garantizar, en todos los pacientes donde no hubiera contraindicación, el empleo de analgesia multimodal.
Diseñado y dirigido por el profesor Winfried Meissner desde el Hospital Universitario de Jena (Alemania) y avalado por grandes sociedades científicas como son la EFIC (European Pain Federation), la IASP (International Association for Study of Pain) y la ESA (European Society of Anaesthesiologists), en dicho estudio han participado países como Austria, Bélgica, Francia, Italia, Países Bajos, Serbia, Suiza y España, adhiriéndose posteriormente países fuera de Europa como China y México.