ÁNGEL M. GREGORIS.- “Él vive en la piña debajo del mar. ¡Bob Esponja! Su cuerpo amarillo absorbe sin más. ¡Bob Esponja! El mejor amigo que puedes tener. ¡Bob Esponja!” Así, con la sintonía de la famosa serie infantil, han aprendido más de 50 niños cómo hacer la Reanimación Cardiopulmonar en el Colegio Azorín, de Madrid. Una charla, capitaneada por enfermeras, que pone de manifiesto la necesidad de que los más pequeños tengan nociones básicas sobre primeros auxilios. “La idea principal era reconocer una parada cardiorrespiratoria y que sepan comenzar a hacer las compresiones, que a día de hoy es lo más importante”, explica Patricia Salazar, enfermera del Hospital Príncipe de Asturias (Alcalá de Henares, Madrid).
Asimismo, Salazar les ha explicado cómo detectar cuando alguien necesita ayuda y les ha puesto de manifiesto algunos mitos falsos que están muy estandarizados en la sociedad como, por ejemplo, que la lengua se puede tragar. “No hay que hacer caso de todo lo que sale en la tele, la lengua no se traga”, ha dejado claro la enfermera durante la clase. Niños de 10 y 11 años que se han interesado por todo lo que escuchaban y han querido participar y practicar con los dos muñecos a tamaño real que ha prestado la Escuela Internacional de Ciencias de la Salud para que los menores pudieran conocer de cerca cómo se hace. “Hemos aprendido sobre las enfermedades y que cuando una persona se queda inconsciente hay que hacerle RCP”, decía Andrés, de 5º de Primaria.
En la segunda parte de la clase, impulsada por Cuidate Plus en colaboración con el Consejo General de Enfermería, Aránzazu Chincolla les ha enseñado cómo utilizar un desfibrilador externo automático cuando alguien está en parada. “Hemos querido transmitir también que el desfibrilador es un aparato que ayuda al corazón a recuperar su ritmo original y que se están implantando en los centros comerciales, colegios, aeropuertos y sitios muy concurridos. Se les ha enseñado que hasta que llegue una ambulancia, ellos pueden ayudar a salvar vidas”, ha comentado Chincolla.
Iniciativa
La directora de Infantil y Primaria del colegio, Esther Platero, ha aplaudido la iniciativa y ha considerado que formaciones como esta son imprescindibles para la educación en salud de los menores. “Aunque ellos sean pequeños y a lo mejor no sean capaces de reaccionar, pueden ayudar o dar indicaciones y así tienen conocimientos. Para nosotros la salud es muy importante y dentro de lo que es la educación de manera globalizada no sólo son los conocimientos curriculares, sino que nosotros apostamos por dar una educación en diferentes ámbitos de su vida”, ha destacado.
Para Chincolla, es importante que estas charlas vengan de mano de la enfermería porque “somos los encargados de la educación para la salud y de la prevención y ayudan a que ellos integren unos conocimientos desde que son pequeños para que lo vayan aplicando poco a poco a medida que van creciendo y enseñárselo también a sus padres, hermanos, abuelos”. En esta misma línea, su compañera ha apuntado que las enfermeras son las encargadas de dar educación para la salud, no sólo en este ámbito, sino en muchos temas. “Es importante que sepamos transmitir todos nuestros conocimientos y los niños en un momento dado sepan aplicarlos”, ha subrayado.
Además, tanto ellas como los profesores consideran que esta enseñanza no se queda sólo en la escuela, sino que los niños la trasladan a sus familias, por lo que supone una doble ventaja, ellos aprenden y lo transmiten. “La verdad es que han sido muy participativos, muchos sabían bastante acerca del tema y creo que les ha quedado claro lo que tienen que hacer”, ha asegurado Patricia Salazar. Para Andrés, también de 5º de Primaria, estas jornadas son geniales porque “así aprendemos algo más y cuando pasa algo así ya sabemos reaccionar”. Más allá de conocer estos primeros auxilios, las enfermeras han hecho hincapié en que lo principal es llamar a urgencias y para ello les han insistido una y otra vez que, al encontrarse con una persona en peligro, siempre hay que llamar al 112.