ÁNGEL M. GREGORIS.- Casi 40 entidades de profesionales sanitarios y pacientes instan a las administraciones, tanto a nivel nacional como autonómico, a que se incluya como prioridad en sus planes la prevención, el diagnóstico precoz y el abordaje de la obesidad, de las fracturas óseas por fragilidad y el daño osteoarticular, convirtiéndolas en un área de atención relevante.
El Consejo General de Enfermería, junto a otras cuatro instituciones enfermeras (Asociación de Enfermería Comunitaria, Asociación Nacional de Directivos de Enfermería, Asociación Nacional e Internacional de Enfermería Escolar, y Sociedad Española de Enfermería Geriátrica y Gerontológica) han firmado un manifiesto en el que se expone la necesidad de realizar planes de intervención basados en la Promoción de Salud, desde una perspectiva salutogénica, centrados en el origen de la enfermedad, con la persona como elemento principal, e implementar guías preventivas y de práctica clínica que aceleren el diagnóstico precoz y su tratamiento, para su implantación a nivel de atención primaria y hospitalaria, de forma multidisciplinar. En este sentido la enfermería escolar tiene un papel fundamental en la educación para la salud desde los primeros años de vida.
7 millones de personas
Se estima que en España hay más de siete millones de personas diagnosticadas de artrosis y de tres con osteoporosis. Las patologías osteoarticulares se asocian frecuentemente con la edad avanzada, pero guarda relación también con otros factores. Aunque afecta en mayor proporción a las personas mayores y mujeres, se diagnostica también en jóvenes unido, entre otras razones, al deporte, a la obesidad, a la menopausia precoz o a otros procesos articulares (infecciones, traumatismos, artritis, gota, etc.).
Para todas las entidades firmantes, debe mejorar la educación sanitaria y empoderamiento de la población en obesidad y salud articular entre otras prioridades, así como potenciar el papel activo de las organizaciones de pacientes en el acompañamiento, conocimiento de los factores de riesgo, identificación, prevención y abordaje, fomentando la información veraz y la adherencia de los o las pacientes al tratamiento.
Personalización
Por último, subrayan la importancia de la personalización individual del tratamiento, desde un prisma holístico del paciente, valorando tanto el tratamiento farmacológico como el no farmacológico, avalados con suficiente evidencia científica, facilitando el acceso a dichos recursos y su cobertura, desde las carteras de servicios ofrecidos en el Sistema Nacional de Salud y las comunidades autónomas