ÁNGEL M. GREGORIS.- La atención de los pacientes oncológicos antes del diagnóstico es igual de importante que después del mismo. Su experiencia desde la fase de sospecha hasta que recibe el resultado presenta importantes carencias, tal y como indica el primer informe del Comité Científico de All.Can Spain, titulado “La experiencia del paciente con cáncer: optimización del circuito y mejora de la atención y coordinación hasta el diagnóstico. Ocho recomendaciones para un cambio real”.

Este informe cobra mayor importancia ante la previsión de que, en 2022, se diagnostiquen alrededor de 280.100 nuevos casos de cáncer en España, y la estimación de que aumente hasta los 341.000 nuevos casos en 2040. Hoy día se producen diariamente más de 300 fallecimientos y unos 760 nuevos diagnósticos, cifras alarmantes que, sin embargo, son desconocidas por una inmensa mayoría de españoles. Adicionalmente, un estudio de The Lancet alerta de que, como consecuencia de la pandemia de COVID-19, no se realizaron hasta 100 millones de pruebas de detección de cáncer en Europa, lo que se traduce en que un millón de europeos podría tener cáncer sin diagnosticar por este motivo.

Fragmentación

La fragmentación de la atención y su consecuente falta de coordinación son dos de los grandes problemas que se deben abordar. En este sentido, el grupo de trabajo apuesta por promover, a nivel nacional, una mayor coordinación entre los distintos agentes involucrados en el proceso del diagnóstico de cáncer. “Uno de los principales retos a los que se enfrenta el tramo del circuito hasta el diagnóstico es su falta de homogeneidad, dando lugar a un proceso en ocasiones atomizado. Esta circunstancia deriva en que, en determinados supuestos, los pacientes con una sospecha fundada de cáncer transiten por el sistema hasta el diagnóstico a través de rutas poco definidas. Esta indefinición genera retrasos en el diagnóstico”, apuntan.

Detectar

Las enfermeras, como profesionales más cercanos a los pacientes, son imprescindibles para detectar a tiempo posibles casos. Por este motivo, en el punto dos de sus peticiones cobran una mayor relevancia y es que consideran esencial dotar a los profesionales de Atención Primaria de las mejores herramientas para la identificación de los tipos de cáncer y los síntomas asociados, y de vías de diagnóstico protocolizadas. “Las enfermeras conocemos a los pacientes durante todas las etapas de la vida y estamos capacitadas para reconocer y detectar posibles anomalías. En este sentido, las enfermeras de Atención Primaria tienen una visión muy cercana a la población y pueden, sin ninguna duda, ayudar para agilizar este diagnóstico, detectando y alertando sobre posibles síntomas. Es fundamental que se tenga en cuenta a las enfermeras como parte del equipo multidisciplinar de Atención Primaria junto a los médicos y demás profesionales”, afirma Guadalupe Fontán, coordinadora del Instituto Español de Investigación Enfermera del Consejo General de Enfermería y miembro del comité científico de All.Can Spain.

Definir y desarrollar

Asimismo, el informe apunta, en su punto cuatro, la necesidad de definir y desarrollar el nuevo rol de la enfermería en el circuito oncológico. “El Sistema Nacional de salud debe establecer con claridad los nuevos roles de las enfermeras como gestoras de casos. Este papel es fundamental para garantizar y reforzar una coordinación entre niveles y un óptimo acompañamiento al paciente a lo largo del proceso. Las enfermeras gestoras de casos favorecen el uso eficiente de los recursos gracias a su visión holística del sistema, su capacidad de gestión y análisis de los cuidados y a su mayor accesibilidad. Sin duda, su implantación real en todos los ámbitos supone una mejora de la calidad de vida no sólo de los pacientes, sino también de sus familiares y todo su entorno y por supuesto del sistema sanitario”, subraya Fontán.

En este punto se pone también de relieve el papel clave de la enfermería en la coordinación desde la propia atención primaria u hospitalaria, a través de las enfermeras de continuidad asistencial o de enlace, ayudando a homogeneizar los procesos de derivación y en la priorización de los pacientes con sospecha de cáncer.

Introducir mejoras

Ante esta realidad, el Comité insiste en la necesidad de introducir mejoras, para garantizar una atención coordinada, ágil y de calidad en esta primera etapa del circuito asistencial, pues las numerosas interacciones del paciente oncológico con el sistema sanitario en la fase inicial “no siempre aportan el valor esperado, dificultando su acceso al sistema y generando una confusión añadida”. En este sentido, la información que recibe el paciente es, a menudo, “poco comprensible y discordante”, según los expertos.

Proporcionar a los pacientes la información adecuada en el momento oportuno, ampliar la disponibilidad y la accesibilidad de los apoyos psicosociales, garantizar la existencia de comités de tumores, como requisito imprescindible para asegurar la máxima calidad de la atención hospitalaria y desarrollar un marco de calidad, centrado en el paciente, para medir, comparar y mejorar la eficiencia y eficacia del diagnóstico del cáncer son otros de los puntos que esgrime el informe.