REDACCIÓN.- El Servicio Murciano de Salud (SMS) desarrolla un programa piloto que utiliza la inteligencia artificial (IA) para ganar precisión en la interpretación de las mamografías que se realizan en el programa de cribado de cáncer de mama. Este proyecto se ha implantado, por el momento, en el hospital Virgen del Castillo de Yecla, donde se han analizado 1.176 pruebas por el algoritmo en los últimos dos meses.

Así lo ha puesto de manifiesto el consejero de Salud, Juan José Pedreño, durante la inauguración de la I Jornada de Enfermería en al era de la IA y la realidad virtual, organizada por el Colegio de Enfermería de Murcia.

En palabras del consejero, el radiólogo cuenta con la asistencia de una IA entrenada como fórmula de doble lectura, de modo que, a la interpretación de la imagen por parte del profesional, se añade la interpretación por parte de la IA. Con esto “se gana en precisión y velocidad a la hora de realizar los diagnósticos, dos elementos esenciales en el cribado de cáncer de mama”.

Enfermería, IA y realidad virtual

En ella participaron más de una veintena de destacados expertos e investigadores en el uso de la tecnología aplicada a la sanidad. Uno de los proyectos en los que participa la Región de Murcia es el ‘Pharaon’. Está financiado con fondos europeos y forman parte de él 12 países. Consiste en la monitorización de personas mayores a través de tres dispositivos: un tensiómetro, una pulsera inteligente y una báscula digital integrados en una aplicación de telefonía móvil para el paciente.

Los dispositivos envían los datos a una central de llamadas, donde son recibidos y analizados por cinco enfermeros especialistas del Sistema Murciano de Salud que tienen acceso a la historia clínica del paciente a través de Atención Primaria, lo que facilita su seguimiento y conexión con el resto de los sanitarios. Los enfermeros se encargan de responder y resolver cada alerta predictiva, muchas de ellas anteriores a los síntomas de los pacientes, mediante una intervención precoz que evita complicaciones posteriores, evitando así consultas, traslados a urgencias e ingresos hospitalarios.

Un total de 150 mayores de 55 años con patologías cardiacas participan en un plan piloto, por el que se les monitoriza en su propio hogar para proporcionarles una vida más autónoma y segura con el apoyo de dispositivos y herramientas digitales en su propio domicilio.