MARINA VIEIRA.- Filomena, ese nombre que España no va a olvidar y que ha teñido de blanco gran parte de nuestro país es también el nombre que ha hecho que una vez más el orgullo nacional se centre en los sanitarios. Desde que comenzó la gran nevada, redes sociales, medios nacionales e internacionales se han hecho eco de historias de superación de sanitarios que se han enfrentado a la climatología adversa para atender sus obligaciones.

Así ha sido el caso de Rosa Buitrago, una enfermera madrileña que ha recorrido 20 km a pie para poder dar el relevo a sus compañeras de profesión. Como cuenta la sanitaria en un vídeo que ha difundido la responsable de comunicación del Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda «vengo a intentar ayudar a mis compañeras que llevan muchas horas. Las verdaderas valientes son ellas, las pobres», relata tras la gran caminata antes de incorporase a su puesto de trabajo.

También han trascendido testimonios como el compartido por el Jefe de Comunicación del Hospital Gregorio Marañón donde ha reconocido el orgullo de contar en su centro sanitario con enfermeras como Teresa, Inma, Irene, Ana, Sofía, Encarni y Caterina quienes, «han acudido a pie y en transporte público a atender a sus pacientes en sus casas. Incansables e imbatibles», explica en el tuit. O el de Dely, una usuaria de Twitter que comparte la historia de Paco y Mónica, dos enfermeros del Hospital Gregorio Marañón que recorrieron 22 km caminando para atender a sus pacientes.

 

No dejan de llegar historias sobre enfermeras de Atención Primaria que, abrigadas como en Siberia, bastón en mano y prescindiendo de sus días de vacaciones no han dudado en salir a la calle, ir a su centro sanitario a pie y atender a sus pacientes. Toda la razón le damos este usuario de Twitter que ha grabado a Teresa, enfermera del Hospital Gregorio Marañón mientras vuelve a su casa. «Poco hemos aplaudido», reza el tuit que acompaña el vídeo.