REDACCIÓN.- El Colegio de Enfermería de Sevilla (ECOES) pide más visibilidad para las enfermeras de Salud Mental, una figura “tan necesaria que reúne las capacidades y habilidades que permiten optimizar la promoción y prestación de cuidados a la ciudadanía. Con motivo del Día Internacional de la Enfermería de Salud Mental, que se conmemora mañana, 1 de septiembre, el presidente del colegio, Víctor Bohórquez, explica que “es crucial que se establezca un desarrollo completo y real de la especialidad de Enfermería de Salud Mental en nuestro sistema sanitario”.

El marco de referencia laboral de la enfermera de Salud Mental la posiciona en una situación privilegiada que la constituye como un pilar fundamental en la atención integral de los pacientes. La cercanía y el contacto diario con la ciudadanía, bien en cualquier servicio del hospital, en las consultas de Atención Primaria o en su propio domicilio, hacen de esta situación una realidad indiscutible.

Papel vital

En este sentido, “estos profesionales que cumplen un papel vital en la promoción de la salud, entendiéndose como un proceso continuo y cuyo objetivo es mejorar la calidad de vida de las personas a través de la educación, el apoyo y la prevención”, afirman Francisco Fonta y Marisol Fernández, vocales de Salud Mental del ECOES. A esto, añaden, “la enfermera especialista de Salud Mental cumple con esos requisitos de excelencia y es el personal de elección para la prevención de conductas de riesgo y el desarrollo de hábitos de vida saludable en la población que atiende”.

De esta manera, están perfectamente cualificadas para identificar a personas vulnerables, conocer factores de riesgo y factores de protección, identificar señales de alarma, intervenir en situaciones de crisis, participar en el seguimiento de casos y coordinarse con otros agentes involucrados.

Tres escenarios

La vocalía del área Salud Mental del ECOES menciona que en la actualidad nuestra sociedad se encuentra ante tres escenarios que comprometen la salud de nuestra población: la conducta suicida, las adicciones (a sustancias y comportamentales y con mención especial al paciente con patología dual) y la violencia de género. De manera que la enfermera especialista debe liderar cuantos proyectos y/o programas se diseñen de cara a encarar estas y otras situaciones comprometidas para la salud, especialmente la de nuestros jóvenes.