REDACCIÓN.- Generar conciencia acerca de la prevención de conductas suicidas y expresar la necesidad de una acción colectiva para abordar este problema. Estos son los dos motivos que hacen imprescindible la celebración del Día Mundial sobre la Prevención del Suicidio que se celebra el 10 de septiembre. El suicidio es un problema urgente de Salud Pública que es necesario abordar desde diferentes ámbitos como la sanidad, educación y servicios sociales. «El suicidio constituye la primera causa de muerte no natural en nuestro país. Aunque la franja de edad en la que son más frecuentes es entre 35 a 55 años, está aumentando el número de adolescentes atendidos por esta causa. Cada ñaño 703.000 personas se quitan la vida en el mundo y se estima que por cada suicido consumado, hay 20 intentos», afirma Víctor Bohórquez, presidente del Colegio de Enfermería de Sevilla.
Desde la institución toman conciencia de esta problemática y destacan la figura de la enfermera como parte esencial en la atención comunitaria. En concreto, la enfermera especialista de Salud Mental, por su formación específica, es el perfil referente en el manejo integral de esta problemática social. Para ello, el colegio ha llevado a cabo dos acciones para colaborar en esta estrategia de prevención, una de ellas ha consistido en la firma de un convenio de colaboración con Papageno (Asociación de Profesionales en Prevención y Postvención de la Conducta Suicida) y, por otro lado, la creación de la «Guía Rápida sobre Detección y Prevención del Suicidio».
Alianza para frenar los suicidios
Combatir el estigma asociado a la conducta suicida o favorecer la detección precoz de la misma son los intereses que tanto el colegio como la asociación persiguen con esta alianza. «Nos ponemos a disposición de cualquier entidad involucrada en dicha temática para ofrecer y solicitar participación y colaboración en cualquier línea estratégica de prevención del suicidio», sigue el presidente. Y es que, como destaca la OMS, el papel de los profesionales sanitarios en la prevención de esta problemática de Salud Pública es esencial en la detección de casos de riesgo con el objetivo de reducir las tasas de suicidio. Por ello, el Colegio de Enfermería de Sevilla junto con Papageno han establecido un convenio de colaboración en el que han desarrollado distintas líneas de actuación con el compromiso de visibilizar el potencial del personal de enfermería en la prevención de la conducta suicida.
Y es que, estas profesionales de la sanidad ponen al alcance de la población las medidas de seguridad a adoptar por las personas en riesgo de autolisis. Esto lo realizan con competencias como la empatía, confianza u observación constante, además de la indagación e investigación, seguimiento de la adherencia terapéutica y la contención emocional, entre muchos otros.
Guía rápida
Para que la ciudadanía y los profesionales sanitarios puedan identificar los signos de alerta de forma precoz, la otra iniciativa que han llevado a cabo colegio y asociación ha sido la elaboración de la «Guía Rápida sobre Detección y Prevención del Suicidio». “El suicidio no es culpa de nadie, pero es responsabilidad de todos. Cualquier persona puede identificar los signos de alerta de manera precoz y actuar para prevenir la conducta suicida de un conocido, amigo, compañero o familiar, ya sea por un comportamiento poco habitual, por presentar lesiones corporales o incluso por despedidas de familiares efusivas e incluso cesión de mascotas o regalos de objetos queridos. Es por ello que ofrecemos esta guía para que todas las personas estén informadas y puedan poner su granito de arena. La guía indica los pasos que hay que seguir para identificar los factores de riesgo, las señales de alarma que permiten intervenir, cómo dirigir la conversación para gestionar la situación, qué frases concretas decir, así como el procedimiento en caso de riesgo bajo, medio o alto. Incluso cuando ya se ha consumado la conducta suicida”, concluye Bohórquez.
2 Comentarios
Isabel
Cómo podría obtener la guía?
Cristina
Como podria conseguir la guia?