REDACCIÓN.- El Colegio de Enfermería de Sevilla ha organizado unas jornadas de ética y deontología, en su propia sede, para reflexionar sobre la Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia (LORE) y la labor que desempeñan las enfermeras, en este proceso.

María del Mar García, presidenta del Consejo Andaluz de Enfermería (CAE), ha hecho hincapié en el trabajo que están realizando, desde la institución, para mejorar la práctica enfermera, al destacar «el valor de la formación continua y en especial en los complejos procesos de cuidados al final de la vida». Víctor Bohórquez, presidente del colegio sevillano, ha recordado sus experiencias durante 18 años como enfermero en la Unidad de Neonatología: «Poder desconectar a los niños y verles a sus padres abrazados para que vivan la muerte de manera digna», al explicar en que sin esta posibilidad al final de la vida «se generaría un duelo patológico a esos padres».

Clases enfermeras a médicos

Eva Arana, periodista de reconocido prestigio en el ámbito de la Salud y responsable de Atención Ciudadana en el HUVR, ha explicado las dificultades en su área asistencial durante los inicios de la aplicación de la LORE para apuntar: «El paciente entiende que es un derecho y la Administración tiene que garantizarlo»Se dirigió a las enfermeras y estudiantes pidiendo que tengan «seguridad ante una solicitud de un paciente, que sepan dónde acudir y que conozcan los documentos». Arana propone que «los enfermeros puedan dar clase en las Facultades de Medicina». Así responde esta experta a esta pregunta lanzada desde el público por el enfermero Jesús Doblado, vocal de Comunicación en el Colegio de Enfermería de Sevilla: «¿Cómo pueden empoderarse los enfermeros?».

Montserrat Esquerda, pediatra experta de reconocido prestigio internacional, ha comenzado su discurso centrándose en el duelo y en el proceso de la muerte, ha lanzazo una apelación a reflexionar sobre los aspectos éticos en el final de la vida: «Vamos a sufrir cuando suceda, pero es muy distinto el sufrimiento en caos del sufrimiento acompañado». Esquerda ha insistido en que «las conversaciones sobre la muerte deben convertirse en habituales», al incidir en que la sociedad ha dejado de hablar de una realidad insoslayable.