IRENE BALLESTEROS.- Más de 50 asistentes participaron en el webinar organizado por la Red Europea de Bioseguridad para conocer más sobre los avances en la actualización de la norma ISO 23908 que establece estándares sobre los mecanismos de seguridad en el diseño y la fabricación de dispositivos y la prevención de heridas y lesiones a causa de productos sanitarios cortopunzantes. La Norma ISO 23908 consiste en una norma internacional que, preparada por el Comité Técnico ISO/TC 84, contempla sistemas de protección contra heridas diseñados para proteger a los usuarios de productos sanitarios peligrosos. Una norma imprescindible para proteger la seguridad y salud no sólo de los profesionales, sino también de los pacientes.
Durante dos horas, miembros y líderes de este proyecto pusieron en contexto cuál es la situación en la que se encuentra esta norma y cuáles son los avances que se han ido desarrollando durante este tiempo para mejorar dicha normativa en beneficio de profesionales y pacientes.
El webinar arrancaba con la intervención de Ian Lindsley, secretario de la Red Europea de Bioseguridad, quien expuso el contexto de la norma ISO 23908 sobre mecanismos de seguridad y prevención de lesiones cortopunzantes. Seguido, Mario Gabrielli, oficial legal y de políticas, dispositivos médicos, DG SANTE, puso en contexto la situación e historia de los estándares armonizados en apoyo de las regulaciones de la UE sobre dispositivos médicos y discutió los próximos pasos del proceso. Robert Nesbitt, presidente de TC84 y director de Abbvie, fue el siguiente en intervenir y remarcó la gran cantidad de normas ISO/IEC que afectan a los sistemas que se relacionan con la protección contra objetos cortopunzantes, asegurando que “tenemos una gran variedad de normas bajo el paraguas del Comité Técnico ISO 84”.
Por su parte, Francois Thomassin, coordinador de WG8 y salud, higiene y dispositivos médicos, ISOPERM, explicó en su ponencia que “el Grupo de trabajo 8 tiene experiencia en métodos de prueba para prevenir el riesgo de cortes y pinchazos no deseados, exposición a fluidos corporales y contaminación microbiana”. Asimismo, durante su exposición aseguraba que para llegar a la publicación del estándar final es necesario “tener en cuenta cuáles son las posibilidades y realidades que se dan en cada país”. Philip Bickford, líder del proyecto WG8 y consultor de dispositivos médicos, dentro de este contexto destacó que “los mecanismos de seguridad automáticos tienen menos posibilidades de provocar una lesión por pinchazo de aguja”.
Desde España, José Luis Cobos, vicepresidente III del Consejo General de Enfermería de España (CGE) y miembro de la junta del CIE, ha sido el encargado de trasladar las experiencias y trabajos realizados desde nuestro país. Así, ha destacado los efectos y consecuencias que puede traer la falta de homogeneidad en la interpretación de esta norma, llevando a los profesionales a una falta de garantía de seguridad y a no tener una libre competencia en Europa. Según un estudio llevado a cabo por el Consejo General de Enfermería de España, en el 95% de los centros sanitarios analizados, se han producido lesiones por el uso de instrumental cortopunzante y en el 9,7% de estos centros no se realizaron evaluaciones de riesgo. Además, el 18,8% del personal no estaba formado para utilizar un dispositivo médico con un mecanismo de seguridad apropiado. Es muy importante que no existan lagunas en la interpretación de la MDR (Reglamento sobre los productos sanitarios) y, en particular, en los requisitos generales de seguridad y rendimiento, para evitar situaciones anómalas que puedan afectar a la competencia del mercado libre en Europa y para evitar situaciones que puedan afectar a la seguridad de los sanitarios y los pacientes”, aseguraba José Luis Cobos.
Con los avances en la normativa y la actualización de la ISO 23908 puestos sobre la mesa en este webinar se pretende avanzar en estándares que permitan minimizar al máximo las heridas provocadas con instrumentos cortopunzantes para así proteger a los trabajadores sanitarios y a los pacientes de enfermedades infectocontagiosas.