REDACCIÓN.- El Consejo de Colegios de Enfermería de Castilla y León ha reclamado que la figura de la enfermera especializada en geriatría sea el principal perfil a la hora de dirigir las residencias, y ha recalcado que aun deben definirse las ratios de estos profesionales que trabajarán en las residencias de mayores de acuerdo con la nueva ley aprobada en la Comunidad.
La organización ha expresado en un comunicado su «compromiso» con la defensa de los derechos de estos trabajadores, que deben desarrollarse en la ley 3/2024 del 12 de abril, aprobada recientemente. «La aprobación de la Ley de Residencias en Castilla y León marca un hito importante en la regulación del cuidado de las personas mayores y dependientes», ha agregado al respecto el presidente del Consejo, Enrique Ruiz Forner, quien ha situado como «básico» que la figura de la enfermera geriátrica «sea central en la gestión de estas instalaciones».
Atención desde Primaria
Desde el Consejo entienden que, si bien la ley prevé que estas instalaciones sean consideradas domicilio de los residentes, lo que implicaría que la atención de los mismos dependiera de la Atención primaria, «no es extraño que en estos centros existan numerosas personas con algún grado de discapacidad, dependientes, con necesidades asistenciales amplias, con pluripatologías, y polimedicados«.
«En definitiva, personas que requieren de una asistencia de enfermería prácticamente de 24 horas, y eso no puede recaer en la Atención Primaria», ha aseverado Ruiz Forner.
En este sentido, ha ensalzado la figura de la enfermera especialista en geriatría, «no sólo como líder de la atención sanitaria para estas personas en las residencias de mayores, sino también como la figura con mayor sentido de ocuparse de la dirección de estos centros».
«Esta especialidad cuenta con una titulación con amplios conocimientos en gerontología, en geriatría y también en gestión«, ha resumido, para incidir, además, en que estos perfiles «en roles directivos», pueden «fomentar un enfoque colaborativo entre los diferentes profesionales de la salud que trabajan en las residencias», algo «vital para asegurar una atención integral y coordinada que puede reducir hospitalizaciones innecesarias y mejorar los resultados de salud».