ALICIA ALMENDROS.- Las patologías crónicas afectan a más de 19 millones de personas en España. Las previsiones demográficas indican que, en tres décadas, el 30% de la población española será mayor de 65 años, lo que implicará un importante aumento del número de enfermos crónicos en el Sistema Nacional de Salud. “Las enfermeras nos hemos tenido que adaptar a esta nueva situación. La cronicidad es entendida como aquella enfermedad que tiene una duración larga en el tiempo, con un pronóstico a veces complejo y lo que tenemos que hacer es profesionalizar nuestra atención. Se ha pasado del concepto biomédico de la atención a algo mucho más amplio”, explica Pablo Plaza, director de Enfermería del Centro San Juan de Dios de Ciempozuelos y de la Clínica de Nuestra Señora de la Paz de Madrid.
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La enfermería es clave para detectar las necesidades de los pacientes crónicos. “Somos el enlace para detectar las necesidades y las expectativas del paciente atendido. En este cambio, donde el abordaje del tratamiento es más biopsicosocial, tenemos que intentar descubrir las expectativas de los pacientes, sus ilusiones, sus esperanzas, su identidad… Porque también tienen que encontrarse con su con su otro yo y quitar ese estigma, sobre todo en la Salud Mental, para que de alguna forma tengan esperanza en que su vida sea plena. Nuestra profesión es una riqueza en nuestra formación de grado y generamos profesionales cualificados tanto a nivel de conocimiento, de competencias y habilidades para detectar todos esos estímulos para que la persona con esa cronicidad pueda vivir de una manera digna”, añade Plaza.
Perfil del paciente
Aunque hay pacientes crónicos de todas las edades, su prevalencia se concentra especialmente en los mayores de 55 años y aumenta con la edad y el perfil ha cambiado en los últimos años. «Es un paciente más conservado. La medicación también ha evolucionado lo que le permite también tener una calidad de vida óptima. En este empoderamiento es verdad que los pacientes también demandan su espacio para ser escuchados, que sus decisiones sean consideradas en los equipos terapéuticos… En definitiva, es un perfil más demandante como ocurre con la sociedad en general. Por eso, debemos de ser consecuentes con ello y buscar ese espacio para que ellos puedan hacer su vida normal», finaliza Plaza.
Formación
La enfermera atiende al paciente en todas las etapas de su vida, desde que nace hasta que muere. “La formación en el Grado que se da en Enfermería es muy general por lo que es importante, una vez terminada la carrera, especializarse”, resalta Gema Escobar, coordinadora en el ámbito docente de la Orden Hospitalaria San Juan de Dios. El envejecimiento de la población es algo cada vez más evidente, “y la enfermera es la persona es la encargada de hacer ese seguimiento y de que el paciente esté bien atendido y se actúe a tiempo para prevenir complicaciones y que el paciente tenga mejor calidad de vida”, comenta Escobar.
La Orden Hospitalaria San Juan de Dios es una entidad sociosanitaria con una historia de casi 500 años que lleva atendiendo toda la vida a personas en situación de vulnerabilidad. “Por eso, desde este año, la Escuela de Enfermería de San Juan de Dios de Bormujos en Sevilla, adscrita en la Universidad de Sevilla, ha lanzado el `Máster Interprofesional de Atención a Pacientes con la enfermedad crónica compleja’ con el que pretende aportar conocimiento de atención y seguimiento al paciente con enfermedad crónica compleja para que pueda vivir más, pero con mejor calidad de vida”, anuncia Escobar.