MARCOS GÓMEZ JIMÉNEZ.- “Son pacientes con los que tenemos que evitar los prejuicios”, así se ha expresado Ester Sánchez, vocal de la Sociedad Española de Enfermería en Cirugía (SEECir), enfermera de la Unidad de Rehabilitación Intestinal y Patología Crónica Compleja del Hospital Infantil La Paz y profesora de Enfermería en la Universidad Alfonso X de Madrid, durante el primer Congreso de la Asociación Incontinencia anal y urinaria (ASIA), en el que el papel de la enfermera ha sido revindicado y definido como decisivo y trascendental a la hora de la prevención y el trato con este tipo de pacientes, los cuales sufren una de las condiciones médicas más estigmatizadas.

José Luis Cobos, vicepresidente del Consejo General de Enfermería, ha moderado la mesa inaugural  ‘Innovación y desafíos en el tratamiento de la Incontinencia’, en la que se habló sobre el decisivo papel de la enfermería a la hora de prevenir la incontinencia. “Como enfermeras, nuestro deber es cuidar a estos pacientes las 24 h tanto en hospitales como en Atención primaria”, ha mencionado el vicepresidente del Consejo.

Sánchez ha insistido en evitar prejuicios, en actuar con total normalidad ante estos pacientes. “Debemos aumentar el conocimiento y preguntar. Para ver que respuestas pueden tener los pacientes que ocultan una incontinencia. Situaciones como asilamiento, desarraigo, depresión que hayan podido ser desarrolladas por la incontinencia”, ha recomendado la enfermera.

“Es difícil para los pacientes”, ha afirmado Paco Cegri, enfermero especialista en Familiar y Comunitaria, vicepresidente de Federación de Asociaciones de Enfermería Familiar y Comunitaria (Faecap), profesor de la Universidad Autónoma y miembro del Comité Científico de ASIA. “La incontinencia va asociada a la salud física, pero también a la personal, la social, la laboral y la salud en pareja. La familia y el entorno más cercano a los pacientes tiene que ser un gran soporte y apoyo para ellos”, ha añadido Cegri.

Grandes desafíos

Ambos coinciden en que uno de los principales desafíos es que los pacientes comuniquen su situación y se lo expliquen a los profesionales del primer nivel asistencial, así como la prevención. “En caso de no poder evitar escapes, es importante una detección precoz y saber cuando se tienen que derivar a estos pacientes”, ha afirmado Sánchez.

Paco Cegri

Ester Sánchez

“El desafío de la comunicación es importante, dadas las características de esta condición. La enfermera debe ser el profesional en el que se apoyen y expliquen la situación, para mas adelante ser explorado por un equipo multidisciplinar”, ha expresado Cegri.

Sánchez considera que es muy importante que la opinión pública tenga claro que la prevalencia de esta condición es alta. “Así todos lo conoceremos más y nos concienciaremos, porque esto le puede pasar a cualquiera”, ha añadido Sánchez.

Dada la situación, Cergri recomienda las conocidas como intervenciones oportunistas: ” Las enfermeras deben ser pro-activas y preguntar en caso de ver factores de riesgo de incontinencia. Hay que aprovechar momentos de consulta por otros motivos para intentar averiguar si pueden tener incontinencia , ya sea una consulta de seguimiento, como diabetes o hipertensión, o por algo puntual o agudo”.

“Como profesionales sanitarios tenemos el compromiso de hacer visible y palpable esta problemática también ante la administración”, coincide José Luis Cobos.