D. RUIPÉREZ / A. ALMENDROS.- Engracia Soler, del centro de salud de Llança (Girona) y especialista en Familiar y Comunitaria, es una de las autoras de la guía del manejo del paciente anticoagulado que acaba de publicarse. Esta guía, disponible para su descarga gratuitamente en la web del Consejo, está dirigida tanto a enfermeras que empiezan como a aquellas que tienen experiencia en el manejo de estos pacientes, ya que revisa y actualiza el conocimiento en este campo.
¿Cuál es el panorama general que nos encontramos?
En España actualmente existe 1 millón aproximadamente de anticoagulantes, que esta cifra va en aumento debido al envejecimiento y al incremento de factores de riesgo que conllevan a problemas importantes debido a la enfermedad tromboembólica. La mayoría son pacientes mayores de 65 años, pero esta barrera se ha roto y baja en edad, y esto se traduce según la Federación Española de Anticoagulados en 32.000 muertes al año.
Y esto representa un incremento de un 2% más de mortalidad frente a aquellos pacientes que están bien controlados. Por ello, es muy importante la información de la guía para el control por enfermería de este tipo de pacientes.
Hace un tiempo hicimos una encuesta con enfermeras en Madrid y comentaban que no habían recibido suficiente información de las autoridades sobre la existencia y manejo de nuevos tratamientos que tienen ventaja, que es verdad que son más caras, pero luego tienen ventajas si prevenimos un ictus que a la larga es mucho más caro.
Hemos trabajado muy fuerte en esta guía durante estos meses intentando tener toda la evidencia científica y la actualización posible, para que sea una información que sirva mucho para las enfermeras. Y, sobre la reflexión que haces, quiero decir que sí hay un buen control de la enfermedad, evitamos evidentemente, aparte de muertes o secuelas, podemos llegar a reducir que el coste de esta enfermedad vaya a más a través de la de la prevención y de la profilaxis de estos problemas.
Por tanto, es importante porque llevar un buen control de ello reduce costes importantes, tanto monetarios como en la salud de las personas que viven con este problema.
El coste medio del ictus isquémico en España sería casi 7.000 euros anuales por paciente incluso en muchos casos es más caro y además el gasto es evidentemente el nivel de vida. Porque incluso aunque sobrevivas al accidente cerebrovascular, pierdes calidad la vida y nadie quiere verse en esa situación. ¿Cuáles son las claves del abordaje del paciente?
Las enfermeras ya hace tiempo que están trabajando en Atención Primaria sobre sobre el paciente anticoagulado, no es una cosa nueva, y lo que se intenta es que con esta guía tengamos un conocimiento tanto para las que empiezan en este en este tema, como las que ya llevan unos años, con una evidencia científica, de actualización no solamente a nivel nacional sino también internacional que se puede aplicar en nuestra situación.
La guía tiene el objetivo impulsar las intervenciones que realizan la enfermera con una seguridad y un conocimiento y facilitando las herramientas necesarias para efectuar bien sus competencias de enfermera en este ámbito y en esta materia.
Va dirigida tanto a al seguimiento, a la gestión y al control de estos pacientes anticoagulantes en todos los aspectos y encaminada también a favorecer y ayudar en la adhesión terapéutica del TAO porque evidentemente es importantísimo que el paciente sea consciente de su situación y de llevar a término la adhesión de la medicación y que tenga esa confianza con su enfermera para consultarla aquellas dudas o problemas que le puedan surgir durante el tiempo que está haciendo este tratamiento.
El otro punto importante son todas las recomendaciones que aparecen. Tiene en cuenta todo lo relacionado también con prevención de errores y reducción de eventos adversos de la medicación, que aquí la enfermera juega un papel importantísimo en ello y, el otro papel importante, que aborda la guía es el papel de la enfermera en toda la educación del paciente en la familia en este tipo de medicamentos.
Además, está acompañado de bibliografía que refuerza esta evidencia científica porque se ha hecho con evidencia científica y nos ayudará muchísimo a todas las enfermeras a seguir uun mismo patrón para dar una buena respuesta a nuestros pacientes en el día a día.
Sabemos que ahora ya hay un protocolo de prescripción ¿cómo puede cambiar un poco y beneficiar al paciente el que las enfermeras puedan tomar según qué decisiones con más autonomía?
Un paciente anticoagulado evoluciona en el tiempo. Es decir, la primera vez que un paciente viene a la consulta de enfermería de primaria encuentras un paciente, que ha sido derivado por enfermeras gestoras del hospital, que viene por toda una serie de informes detrás y llega con miedo porque ha pasado una situación hospitalaria grave o semigrave y a partir de aquí tiene muchas preguntas, dudas y miedo ante la situación nueva que se le da. Aquí jugamos un papel muy importante como enfermeras, pues dando una primera acogida, guiándolo, dándole explicaciones, acompañándolo…
En la segunda fase, que ya es el tema de adhesión a la medicación, al seguimiento, al control…, evidentemente ayudamos muchísimo y por último damos al paciente conocimiento que le sirve para que él tenga respuesta a su autocontrol, al seguimiento de tomarse la medicación siempre y, evidentemente, a la respuesta y acompañamiento cuando este paciente tiene que hacer ingresos hospitalarios para hacerse pruebas o una intervención. Evidentemente mejora muchísimo la prescripción porque ahora mismo, seamos realistas, las enfermeras dan esta prescripción que está pautada y podemos hacer un seguimiento correspondiente. Y esto mejora, mejora que este paciente no tenga altos y bajos en el día a día del control del tratamiento.