RAQUEL GONZÁLEZ ARIAS.- La forma en que se imparten las clases ha ido cambiando como ha ido cambiando el perfil de los alumnos. Hoy, las competencias tecnológicas de los nuevos estudiantes distan mucho de las de antaño. A esto hay que sumar los efectos de la pandemia en términos educativos, como la irrupción forzada de clases online en 2020. Fruto de todo esto han surgido nuevos escenarios de formación. Es el caso de Envision, un proyecto de simulación que solo requiere de un móvil, tablet u ordenador, ni gafas de realidad virtual ni nada demasiado sofisticado.

Nos lo cuenta Leticia Bazo, profesora de la Universidad Rovira y Virgili en las áreas de TICS y Pediatría y presidenta de la Sociedad Española de Enfermería Neonatal: “Con la pandemia hubo un parón inicial en la formación que, posteriormente, se intentó suplir con las clases virtuales. Sin embargo, estas no cubrían la simulación y había una gran parte de créditos que se quedaban sin realizar. Es entonces cuando Canadá empieza a trabajar en las simulaciones de casos que, si bien no pueden suplir aspectos prácticos como poner una vía, sí les permiten practicar otros como habilidades comunicativas, de reacción y modo de actuar. Nosotros tomamos esta experiencia como referencia”.

Escenas reales

Esta parte de la grabación de situaciones reales en la calle, la UCI, el domicilio… que luego se reproducen a modo de caso práctico. En ellas, explica Leticia Bazo, “la enfermera o enfermero se enfrenta al caso en primera persona, se transforma en un avatar y sólo ve las manos, convirtiéndose así en una experiencia inmersiva”.

Una vez comienza la acción, el alumno se introduce en la escena virtual, esta empieza a avanzar y se va deteniendo en función de las preguntas que se le planteen.

Si la respuesta que da es correcta, continúa avanzando en la escena. En caso de que la respuesta sea ambigua, el alumno recibe información adicional y se le replantea la pregunta. Una respuesta fallida acciona un escenario que explica qué hubiera sucedido de haberse procedido a actuar de esa forma. “No se avanza hasta que no se responde de forma correcta”, apunta esta enfermera.

Proyecto europeo

Teniendo como referencia esta experiencia, nuestro país, a través de la Universidad Rovira y Virgili, decide participar junto a otros cinco países europeos en la convocatoria Erasmus Plus, dando lugar al proyecto Envision. “Hemos creado dos simulaciones: una de atención domiciliaria de un paciente con diabetes y otra de atención a un paciente politraumatizado pediátrico”, explica Leticia Bazo. Esta última, añade, “ha sido liderada por nosotros”.

Una de las variables más complejas de este proyecto, apunta, “ha sido ponernos de acuerdo entre los distintos países para actuar de igual forma en los dos casos” y es que los protocolos no siempre coinciden.

El acceso a la plataforma está disponible en varios idiomas, es libre -basta con entrar a la web- y está pensado tanto para profesionales sanitarios noveles como estudiantes.

Además, el proyecto incluye una guía pedagógica para animar a otros centros a construir y desarrollar sus propios casos.

Resultados

Actualmente, explica Leticia Bazo, “queremos extender su uso más allá de nuestra universidad y ya estamos trabajando con la de Gerona para que lo implemente”. Y es que, concluye, los resultados están siendo muy positivos tanto en lo que se refiere a satisfacción de los alumnos, que huyen de las clases teóricas tradicionales, como de conocimientos, mejorando el aprendizaje. Eso sí, matiza, “no se trata de sustituir la simulación clínica en ningún caso sino de complementar las clases teóricas para hacerlas más atractivas y productivas”.