JOSÉ DAVID NEBREDA. Técnico de proyectos de EPM.- Situado en el Sahel, donde por el sur termina el desierto del Sáhara, y bañadas sus costas por el Atlántico, Senegal es uno de los países africanos de mayor riqueza histórico-cultural. También ocupa el puesto 170 en la lista de países por IDH (Índice de Desarrollo Humano – datos 2014), lo que le convierte en destino prioritario desde hace años para la cooperación al desarrollo de muchos países, entre ellos España. Los problemas que sufre Senegal son muy representativos de las dificultades a las que se enfrentan muchos otros países en vías de desarrollo, tanto en África como en otras partes del globo.
¿Por qué la salud materno-infantil?
De todos estos desafíos para el desarrollo, hay uno con especial importancia, que a pesar de ser uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, no se alcanzó, y cuyo testigo toman los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible. Se trata de la salud materno-infantil, que se traduce en cosas tan básicas como si una mujer recibe atención adecuada durante el parto (en África, menos de la mitad lo tienen), la capacidad de planificación familiar y decisión sobre su propia descendencia (se estima que sólo el 5% de mujeres emplean estos métodos), o que se haga un seguimiento adecuado de la salud de la madre durante el embarazo y después, ya que la mayor causa de muerte de mujeres en edad reproductiva en el continente son los problemas asociados al embarazo y parto.
La falta de atención sanitaria para estos problemas, específicos de las mujeres, no son otra cosa que el reflejo de una lamentable realidad, y es la enorme desigualdad entre géneros que existe en África a la hora de acceder a la salud. Las razones son múltiples: sumado a la debilidad intrínseca de los sistemas de salud, nos encontramos con el rol social de la mujer como cuidadora del hogar, que antepone el bienestar de su familia al suyo propio. También la falta de ingresos, derivada de su trabajo doméstico no remunerado, supone una barrera a la hora de costear los gastos asociados a la atención sanitaria, y agudiza su dependencia del hombre. Por otra parte, muchas costumbres tradicionales (matrimonios precoces, mutilación genital femenina, creencias en torno al parto que dificultan una atención apropiada, rechazo a la planificación familiar) no sólo limitan el control de la mujer sobre su propia salud, sino que la perjudican directamente.
En su papel como cuidadoras del hogar, las mujeres africanas tienen una importancia capital en la salud de toda la comunidad. Una mujer con mala salud tendrá más dificultades para cuidar de sus hijos, que serán los primeros perjudicados, pero no los únicos, pues a la larga las familias destinarán más recursos a sus necesidades de salud en lugar de a otras prioridades, prolongando el ciclo de la pobreza.
Análogamente a esta espiral negativa, nos encontramos con que la educación y el acceso a la salud para las mujeres, produce dinámicas contrarias que mejoran la salud de toda la comunidad, como paso previo indispensable para su desarrollo. Cerrar esta brecha de acceso a la salud pasa por muchas estrategias diferentes y complementarias, que respetando la diversidad cultural, aspiran a mejorar la salud de las mujeres, y en última instancia la de todos los habitantes de países en desarrollo. Mejorar la calidad y alcance de los sistemas de salud y su personal, educar y formar a la población en salud y derechos, fomentar el acceso a servicios de salud, acabar con prácticas y costumbres que afectan negativamente a la salud de la mujer, etc… son tareas tan grandes y complejas como necesarias. EPM está convencida de que desde su perspectiva enfermera puede contribuir de forma eficaz y sostenible a la extensión de la salud materno-infantil en los países donde trabaja, entre ellos Senegal.
Nuevos proyectos de Enfermeras Para el Mundo en Senegal
Enfermeras Para el Mundo ha tenido presencia muy activa en Senegal que se remonta a 2006, apoyando al sistema de salud senegalés en la formación de mejores profesionales sanitarios (enfermeras, matronas, agentes de salud…) y descentralizando sus servicios para que lleguen a las zonas rurales más recónditas del país. En otras palabras: mejores profesionales, más población atendida, mejores equipos y más calidad en la atención.
En marzo de 2016 EPM pone en marcha los siguientes proyectos en la región de Sédhiou, Senegal:
- Dos proyectos distintos para dotar al hospital de Sédhiou con equipamiento de atención materno infantil (kits de cesárea, mesas de parto, materiales fungibles…)
- Un proyecto de formación y capacitación de agentes locales de salud, todas mujeres, que actuarán como primera línea de detección y prevención sanitaria en comunidades rurales remotas. Se hace énfasis en la salud sexual y reproductiva y el acceso de la mujer a la salud.
- Asimismo, concluye otro proyecto de EPM que desde 2013 llevaba trabajando para reducir la mortalidad materno-infantil en Sédhiou mediante el equipamiento de centros de atención primaria, la formación de profesionales sanitarios y la mejora del acceso a los servicios de salud para mujeres y menores.
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