ÁNGEL M. GREGORIS.- “A pesar de que el cáncer de próstata es uno de los más prevalentes, los pacientes durante años han sido invisibles. Muy pocas veces estos hombres van a sesiones informativas porque es un cáncer muy silenciado debido a que para ellos los efectos secundarios como la impotencia o la incontinencia tiene unas connotaciones muy negativas que hacen que los hombres se retraigan de hablar y buscar soluciones”. Con estas palabras ha definido Begoña Barragán, presidenta del Grupo Español de Pacientes con Cáncer (Gepac), la situación que viven los afectados por cáncer de próstata. Aun así, ha reconocido que en los últimos tres años, desde que se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Próstata, los hombres cada vez se acercan más a las asociaciones y empiezan a participar en las actividades que preparan. Esta nueva realidad es una buena noticia para que los pacientes conozcan las últimas novedades en los tratamientos, como el dicloruro de radio-223 que han aprobado recientemente las autoridades sanitarias para el tratamiento de pacientes con cáncer de próstata resistente a la castración con metástasis óseas sintomáticas y sin metástasis viscerales conocidas.
El más común entre los hombres
El cáncer de próstata en España es el más común entre los hombres, por delante del de pulmón y el colorrectal. Según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en el año 2012 hubo 27.853 nuevos casos, lo que supuso un 21,7% de todos los tumores. Cuando este tipo de cáncer es resistente a castración (el tumor crece a pesar de los bajos niveles de testosterona) se convierte en una enfermedad con alto impacto en la calidad de vida del paciente dada la tendencia del tumor a inducir metástasis.
“Aproximadamente un 90% de los pacientes con cáncer de próstata resistentes a castración metastásico muestra evidencias de metástasis óseas, un foco crítico del tratamiento, puesto que son una de las principales causas de morbilidad y mortalidad”, ha resaltado Joan Carles, del servicio de Oncología del Hospital Universitario Vall d’Hebrón.
Este nuevo medicamento es una estrategia para el abordaje de estos pacientes, ya que anteriormente cuando el cáncer de próstata era metastásico sólo se trataba con quimioterapia.
Tras realizar un estudio internacional en el que participaron 921 pacientes de más de 100 centros de 19 países, se demostró que el dicloruro de radio 223, comercializado con el nombre de “Xofigo”, mejoraba significativamente la supervivencia global en la población total del estudio. Como conclusión se vio que la supervivencia media fue de 14 meses en los pacientes que utilizaron este fármaco y el mejor tratamiento de soporte frente a los 11,2 meses de los pacientes medicados con placebo y el mejor tratamiento de soporte. “Este tipo de cáncer con metástasis óseas no tiene curación, pero este medicamento mejora la calidad de vida del paciente y prolonga la supervivencia”, ha explicado Joan Carles.
Novedades
Para Begoña Barragán, es muy importante que se conozcan estas novedades que están surgiendo. “Nosotros somos transmisores de esta información y estamos muy contentos porque cualquier fármaco nuevo que llega es para mejor y cuando un profesional decide que esto lo tiene que usar un paciente es porque así es”, ha comentado Barragán, que ha recalcado que aunque es una buena noticia, siempre reciben estas innovaciones con excepticismo.
“Nadie nos garantiza que todos los pacientes que necesiten este fármaco en nuestro país vayan a tener acceso. Depende de las comunidades autónomas y dentro de estas también de los hospitales de cada ciudad el que los pacientes vayan a poder disponer o no de estos medicamentos”, ha puntualizado.
Por este motivo, desde Gepac han pedido que esto no se produzca y han hecho un llamamiento para que administraciones, pacientes y profesionales hagan todo lo posible para que “cuando haya un fármaco y el médico decida que es lo mejor para un enfermo, se le suministre y nadie se vea privado de él”.