GEMA ROMERO.- Esperanza y recuerdo se han unido en el homenaje de Estado a los fallecidos por COVID-19 que ha tenido lugar esta mañana en la Plaza de la Armería del Palacio Real de Madrid en el que se ha querido honrar de forma especial a los 120 profesionales sanitarios que han dado su vida por cuidar a los demás durante la pandemia.

Si en el primer homenaje celebrado por estas mismas fechas el año pasado contó con la enfermería como una de las grandes protagonistas, de la mano de Aroa López, supervisora de Urgencias en el Hospital Vall d’Hebron (Barcelona), pues fue ella la encargada de hablar en nombre de los sanitarios, en esta ocasión la profesión ha pasado más desapercibida. Apenas se ha hecho alguna referencia velada a la enfermería.

Homenaje de Estado a los fallecidos por COVID-19

En esta ocasión todo el protagonismo ha sido para María Díaz Diñeiro, hija del jefe del servicio de Cirugía y Aparto Digestivo del Hospital La Paz, de Madrid quien en su discurso ha pedido “a nuestros gobernantes que no dejen de tener presentes a nuestros fallecidos, que no olviden nuestro dolor». A la sociedad le ha pedido “que cuide a sus cuidadores”, es decir, a todos los profesionales sanitarios que forman parte de un Sistema Nacional de Salud «único», que «basa su fortaleza en el capital humano que esta pandemia irremediablemente ha dejado lastrado», ha subrayado y que «no olviden que el sanitario que les atiende lleva cargada la espalda de demasiado sufrimiento». A los propios profesionales les ha pedido “tiempo para reponeros, para reconstruir la vocación», les ha dicho a ellos; a la sociedad le ha pedido que «no olviden que el sanitario que les atienden llevan cargada la espalda de demasiado sufrimiento», segura de que «saldremos a delante», con el dolor de «ausencias que ocupan demasiado, silencios atronadores, heridas que ningún cirujano puede cerrar”, ha destacado.

Suya ha sido la voz de los 120 profesionales sanitarios fallecidos y sus familias que también en este acto han recibido la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil, concedida por el pasado Consejo de Ministros y que, de forma simbólica, el rey Felipe VI ha impuesto a cuatro familias: la de tres médicos y un auxiliar de enfermería, el sanitario más joven que ha fallecido, con 26 años. Las otras 98 familias presentes -había 102 en el acto- recibían posteriormente la Gran Cruz en un acto celebrado en el interior del Palacio Real, una vez concluido el homenaje público.

Entre los galardonados, las 12 enfermeras fallecidas en nuestro país, para quien Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería, también presente en el homenaje ha tenido palabras de recuerdo: “No podemos dejar de recordar la situación vivida en los primeros meses, donde no había medios de protección ninguno. Tuvimos que recurrir incluso a bolsas de basura para poder protegernos. Ahora se habla poco de la infección de ellos profesionales, que sigue existiendo, pero los primeros meses fueron terribles. Los enfermeros han sido un ejemplo para todos. Han sufrido en sus propias carnes los estragos de la pandemia, pero además de a los fallecidos, que siempre tendremos en nuestro recuerdo, no podemos olvidarnos de los miles de profesionales que se han contagiado”, ha señalado en declaraciones a DiarioEnfermero.es.

Discurso del Rey

Felipe VI,  que ha presidido el acto de este jueves en la Plaza de la Armería junto a la reina Letizia, dedicaba palabras de consuelo a las familias de todos los más de 80.000 fallecidos por el coronavirus en España, según las cifras oficiales. Así, ha señalado que “no hay palabras para recordar a los fallecidos”, en especial para el personal sanitario, a los que ha transmitido un mensaje de “profundo respeto, reconocimiento y admiración», pues desde el inicio de la crisis, «trabajó sin descanso, con determinación y total entrega tratando de contener una enfermedad para la que, en esos momentos, no se disponía de tratamientos ni vacunas». Sólo puedo manifestar gratitud infinita a aquellos profesionales que perdieron su vida «tratando de salvar muchas otras» y que, «con su ejemplo, ya han dejado una huella indeleble» en la historia, ha señalado.

Unos sanitarios que hoy en día, siguen atendiendo a los ciudadanos, «vacunando día y noche» contra el coronavirus. «Sois un referente ético y social, y un motivo de esperanza para todos los ciudadanos», ha asegurado el monarca. Pues, al igual que otros trabajadores esenciales “en los momentos más duros de la pandemia antepusieron su deber a su seguridad, actuaron de acuerdo con su conciencia cívica y solidaria y dieron lo mejor de sí mismos», ha subrayado.

Por último, ha señalado que «es responsabilidad de todos, autoridades e instituciones, mantener viva la memoria de lo sucedido; no permitir el olvido. Y esa memoria también se ejerce aprendiendo de todo lo vivido. También es tarea de todos seguir cuidándonos y protegiéndonos para poder dejar atrás cuanto antes estos tiempos tan difíciles. Y en este esfuerzo, nadie puede quedar al margen, nadie debe permanecer indiferente», ha afirmado al recordar que la lucha contra el virus y sus efectos en todos los ámbitos continúa.

Araceli Hidalgo, en silla de ruedas, junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez

Esperanza

Pero si el recuerdo ha estado muy vivo en el homenaje, también lo ha estado la esperanza, en forma de vacunas, de nuevos tratamientos y de adelantos en el área de la medicina. Una esperanza que ha encarnado Araceli Hidalgo, la mujer que a sus 97 años fue la primera persona en recibir la vacuna. En el olvido ha caído el nombre de Carmen Carboné, enfermera de Salud Laboral de la Gerencia de Atención Integrada de Guadalajara, que fue la encargada de administrar la primera dosis, pero no así en el recuerdo que ha tenido la anciana en sus palabras, sencillas e improvisadas para todos los profesionales sanitarios, quienes «con su trabajo y esfuerzo han salvado muchas vidas y las están salvando». En este sentido, se ha acordado de «las enfermeras y enfermeros» o los profesionales «de las ambulancias», así como a sus compañeras y trabajadores de la residencia de mayores Los Olmos (Guadalajara), en donde reside.

“A los jóvenes les digo que respeten la pandemia», ha añadido en su mensaje Hidalgo, al que ha acudido acompañada de su hija, Carmen Rodríguez Hidalgo, quien también ha intervenido para expresar su «profundo agradecimiento» al colectivo de cuidadores de mayores que, a su juicio, han realizado su labor en pandemia «con entrega absoluta». «Doy fe de ello por cómo han protegido, cuidado y mimado a mi madre en este tiempo», ha indicado.

Como explicaba Fernando Ónega, que ha ejercido de presentador del acto, Araceli Hidalgo ha representado en este homenaje «la prioridad» que se le dio a los mayores en estas vacunas por ser un colectivo «duramente castigado» por la enfermedad. En su intervención, el periodista ha recordado que el COVID-19 ha matado a más de cuatro millones de personas en el mundo y «aún sigue ahí». Tras recordar la labor de los sanitarios en esta crisis, Onega ha pasado a homenajear a la ciencia que, según ha señalado, en el momento «más oscuro» del «ataque» de la pandemia se «puso a trabajar para salvar» a la ciudadanía.

«En menos de un año llegaron las vacunas de nueva generación. Esa ciencia, esas vacunas y el formidable proceso de vacunación, el papel trascendental de la sanidad pública española, han conseguido que la letalidad se haya reducido drásticamente y podamos ver el futuro con esperanza», ha declarado.

Para finalizar, ha recordado que «la próxima semana más del 50% de la población tendrá la pauta completa» de la vacuna puesta, es decir, «25 millones de personas». Esta situación, ha indicado Ónega, acerca a los españoles a «la ansiada inmunidad de grupo».

En el acto, también se ha incluido una ofrenda floral ante la llama del recuerdo o un vídeo protagonizado por Andrés Iniesta, como reconocimiento a toda la sociedad con un mensaje claro: “Todos sois héroes, vuestra fuerza la esperanza”.

Representantes de las profesiones sanitarias presentes en el homenaje

En el homenaje han estado presentes los Reyes, los miembros del Gobierno y autoridades autonómicas, así como representantes de los colectivos profesionales homenajeados, entre ellos el presidente del Consejo General de Enfermería.