ÁNGEL M. GREGORIS.- Francisco López trabajaba en el bloque quirúrgico del Hospital Río Hortega (Valladolid) hasta que comenzó la crisis sanitaria a la que nos enfrentamos en la actualidad. Tras decretarse el estado de alarma, se suspendieron todas las intervenciones, se liberaron las camas y la zona donde desempeñaba sus funciones pasó a transformarse en tiempo récord en unidades provisionales de UVI. Recuerda como el personal modificó sus horarios, los turnos, suspendió los permisos y ellos fueron formados en cuidados críticos por compañeros expertos en UCI. “Se pusieron en marcha las medidas de contingencia que se habían diseñado desde supervisiones y dirección. Está siendo una gran labor de cooperación, gestión y superación por parte de los enfermeros y del resto de profesionales”, afirma.
Reconoce que antes de que llegase la crisis a España, miraba las noticias de Italia con cierto temor y, por desgracia, llegó aquí. Ahora, con todo el trabajo asistencial que están teniendo, apunta que “una vez inmerso en la labor eres profesional y actúas con todos tus recursos”. “No tengo miedo, pero sí respeto a la enfermedad. El mayor miedo al final es que afecte a algunos de tus seres queridos, sobre todo a los de mayor edad, por lo que evitas cualquier contacto con ellos”, señala.
Lo más complicado para él ha sido adaptarse a este nuevo rol en tan poco tiempo porque “quirófano y UVI son dos unidades muy específicas con conocimientos muy avanzados y que requieren de un adiestramiento complejo y durante mucho tiempo”. “Está siendo todo un reto incorporarse a este nuevo puesto de trabajo, más aún en una situación de pandemia y en la que la protección personal es vital. Está siendo muy complicado trabajar con el EPI, tienes menos visibilidad y movilidad, no puedes ingerir líquidos y debes ser muy meticuloso con toda la patología”, puntualiza.
Ahora, para él y para todos sus compañeros, lo más importante es lograr vencer al virus, pero en un futuro, cuando echen la vista atrás, se darán cuenta de que se han enfrentado “al mayor reto de esta generación”. “Está siendo un ejemplo de esfuerzo por parte de todos y creo que recordaré la parte positiva, los ejemplos de solidaridad de mis compañeros, de la sociedad, del gran esfuerzo que estamos realizando los sanitarios y nuestras familias. Creo que todo aquel que haya aportado sus conocimientos y trabajo para superar esta crisis deberá sentirse orgulloso”, aplaude.