MIRIAM OLIVAS.- La dermatitis atópica supone un gran lastre para las personas que la sufren. Es una de las patologías de la piel más frecuentes -especialmente en niños- y su prevalencia alcanza hasta el 20%. En los casos en los que no desaparece con el tiempo, puede ser un problema muy incapacitante.
Por esto, el Consejo General de Enfermería, en colaboración con CERAVE, ha elaborado una infografía con las claves para su cuidado y con un objetivo muy claro: mejorar la calidad de vida de los pacientes.
“La vida diaria de estas personas se ve muy afectada, sobre todo en la noche por el insomnio que se produce por el picor, la incomodidad que supone y el tiempo que requieren los cuidados para poder mantener la piel en buenas condiciones”, asegura Guadalupe Fontán, enfermera del Instituto de Investigación del Consejo General de Enfermería.
Para que la sintomatología -eczema, prurito, engrosamiento de la epidermis y sequedad- sea menor es necesario realizar los tratamientos de forma adecuada. “Lo más importante es la constancia y mantener medidas de hidratación y de cuidados de la piel. Por ejemplo, es muy importante no ducharse con agua caliente, ni realizar duchas prolongadas, utilizar la ropa con fibras naturales y no automedicarse. Además de seguir en todo momento el tratamiento prescrito por los profesionales sanitarios”, cuenta Fontán.
Para que este proceso el papel de la enfermera es fundamental, sobre todo en el ámbito de la educación sanitaria. “Al ser algo frecuente pensamos que estos conocimientos están ya extendidos cuándo no es así, por eso, es muy importante poder recordarlos -especialmente a las familias ya que se da más en la edad infantil-. Que las enfermeras puedan detectar estos síntomas y dar las recomendaciones adecuadas es muy importante para poner tratamiento lo antes posible”, sentencia la enfermera.