IRENE BALLESTEROS.- La enfermera con competencias clínicas avanzadas no sólo cuenta con un profundo conocimiento del área clínica, sino también está capacitada para manejar situaciones clínicas complejas. Tanta es la importancia de esta figura que, un reciente estudio elaborado por la Clínica Universidad de Navarra, que ha sido publicado en la revista científica Clinical Nurse Specialist, ha identificado los beneficios de su presencia tanto en el equipo de enfermería, como en el de pacientes y familias, así como también en las propias organizaciones hospitalarias.
El rol de la ECA
El rol de la Enfermería Clínica Avanzada (ECA) se incorporó ya en el año 2012 en la Clínica Universidad de Navarra con el objetivo de potenciar la profesionalidad de estas enfermeras en el marco de su Modelo Profesional de Práctica, contribuyendo a generar una enfermería que aporte conocimiento experto, una práctica basada en evidencia, prestigio entre sus compañeros y otros profesionales del ámbito de la salud con los que las enfermeras trabajan en su día a día, capacidad para generar conocimiento y tener un ámbito de desarrollo profesional, entre muchos otros objetivos. La ECA se ha constituido en estos años como una figura sumamente importante, pero también altamente desconocida. Por ello, la realización de estudios como este, elaborado por las enfermeras e investigadoras Mónica Vázquez Calatayud, Carmen Rumeu Casares, Cristina Oroviogoicoechea y Rosana Goñi Viguria, que visibilizan su labor y, además, que demuestran las ventajas de su presencia en el sistema sanitario, son de vital importancia.
Carmen Rumeu, directora de Enfermería Corporativa de la Clínica Universidad de Navarra y Mónica Vázquez, investigadora principal del estudio y directora de Desarrollo Profesional e Investigación en Enfermería
“Para nosotros, la figura de la Enfermera Clínica Avanzada, forma parte de la progresión natural del modo de hacer Enfermería. Esta figura viene a cubrir el vacío que quedó en un tiempo y, su puesta en marcha, pone en valor la necesidad de tener un profesional referente en algunas unidades. Un profesional que asegure las competencias de Enfermería para el personal de nueva incorporación, la práctica basada en la evidencia en las unidades… La ECA tiene que ser una enfermera que, previamente a haber adquirido este rol, ha tenido un tiempo de desempeño en un área de especialidad en el que tiene un manejo profundo de los conocimientos de dicha área, así como habilidades y competencias determinadas”, afirma Carmen Rumeu, directora de Enfermería Corporativa de la Clínica Universidad de Navarra.
Método
El propósito del estudio “Percepciones de las enfermeras sobre el rol de especialista en enfermería clínica implantado en un hospital universitario de alta especialidad en España”, consiste en explorar las percepciones de las enfermeras sobre la práctica de enfermería clínica especializada implementada en un hospital universitario de alta especialidad en España.
El método que emplearon las enfermeras para el análisis de esta situación ha sido la realización de entrevistas semiestructuradas por muestreo intencional con 17 enfermeras seleccionadas con al menos dos años de experiencia profesional. Un estudio cualitativo que se ha realizado en tres salas de hospitalización con una enfermera clínica especialista dentro del equipo del propio hospital.
Resultados
Las conclusiones que ofrece este estudio suponen “implicaciones interesantes para el desarrollo y la implementación de la práctica del especialista en enfermería clínica en las organizaciones de atención médica. También proporcionan evidencia del beneficio de implementar la práctica de enfermería clínica especializada para mejorar la calidad de la atención, los resultados del paciente y la eficiencia de la atención médica”, afirman las enfermeras investigadoras en su estudio.
Y es que, en cualquier unidad donde esté presente la ECA desempeñando sus competencia hasta el “full of practice”, los resultados son mejores y más fiables, pues facilita la evidencia de los resultados. “Por lo general, gracias a su presencia se pueden movilizar con evidencia de la práctica el cambio en los estándares que son necesarios para lograr mejores resultados en el cuidado del paciente. Además, el equipo multidisciplinar con el que trabajan demanda la presencia de estos profesionales en su área”, continúa la directora de Enfermería.
Experiencia, liderazgo y formación
Tener a una enfermera con ese nivel de profesionalidad que asesore al resto del equipo multidisciplinar y que ejerza una práctica de mejores protocolos y evidencia es fundamental en cualquier ámbito del sistema sanitario. “Con este estudio se ha visto que las enfermeras valoran tener a otras compañeras que actúen como coach, que les pueda ayudar en su práctica clínica, sobre todo, en aquellas áreas donde pueda haber incorporaciones de personal joven y que tienen la posibilidad de poder recurrir a alguien que tiene muchas habilidades para manejar situaciones complejas incluso para el propio personal experto. Ellas ofrecen la posibilidad de consultar en equipo esas situaciones y contrastar con la bibliografía sobre cómo actuar y cómo tomar decisiones basadas en la evidencia”, concluye Rumeu.
Un Comentario
Iñigo
La percepción de las Organizaciones sobre las enfermeras parte de la percepción como mujer, no como profesional. Mujer con una especie de minusvalía por el hecho de ser mujer (véase las agrupaciones de médicos, salvo las mujeres médicos) y con una clara incapacidad para aprender y ejercer en el ámbito clínico y la sanidad en general. Solo desde la demostración diaria y con muchos palos en la rueda, la Enfermería está cosechando éxito tras éxito. Enhorabuena. El progreso es imparable para los/las profesionales de Enfermería