A.ALMENDROS / D. RUIPÉREZ.- Eva García Perea, directora del Departamento de Enfermería de la Universidad Autónoma, analiza el futuro de la universidad en una entrevista en Canal Enfermero. Ahora está muy centrada en la docencia, pero durante muchos años fue enfermera asistencial, sobre todo trabajando en Cuidados Intensivos y llegó, incluso, a ser subdirectora de Enfermería del Hospital Gregorio Marañón de Madrid.
¿Cómo se produce esa transición del campo de la enfermería asistencial al mundo de la universidad?
Realmente, las enfermeras, aunque estemos en el ámbito asistencial, estamos muy vinculadas a la docencia porque si trabajamos en un hospital universitario, tenemos estudiantes en prácticas. En mi caso, la docencia siempre me había gustado y luego surgió un tema que empezó a apasionarme que era el estudio y el tratamiento del dolor. Decidí hacer un máster de estudio y tratamiento del dolor y sí que me interesó más la vinculación con la docencia, no solo a nivel asistencial sino desde la universidad y tuve la oportunidad de dar este paso.
Se habla mucho últimamente de la carencia importante de docentes universitarios de enfermería, ¿esto es así? Y, ¿cómo puede afectar a la formación de las distintas enfermeras?
Sí, es así. Es un tema que nos preocupa mucho porque es cierto que hemos evolucionado en el ámbito de la docencia y en el académico y tenemos un problema: en el grado, una titulación de cuatro años, de aquí a unos años va a haber muchas jubilaciones y estamos viendo una descapitalización de la universidad. ¿Cuál es el problema? Que el hacer carrera docente es complicado. Para esta carencia que nos vamos a encontrar, que ya es un futuro muy presente, el conseguir que las enfermeras y enfermeros hagan sus másteres, doctorados… que les acrediten implica un recorrido que necesita tiempo y ese tiempo se va agotando cada vez más de cara a las necesidades que vamos teniendo en las universidades.
Al final requiere afán profesional y un esfuerzo brutal para compatibilizar trabajo, familia…
Así es, las enfermas que están en el ámbito asistencial y quieren dar el paso de la docencia lo tienen un poco complicado. Es cierto que a veces consiguen liberarse un poco para poder hacer investigaciones, pero hoy es complicado, requiere de tiempo y recursos para poderlo hacer. Realmente, una de las soluciones, no hay que verlo todo de forma negativa, es cambiando los modelos de contratación que tenemos en la universidad. Ahora mismo para contratar a una enfermera o enfermero ofrecemos plaza de ayudante doctor y habría que cambiar esta situación, tendrían que aparecer plazas de vinculados, plazas de ayudante… es decir, gente que venga a la universidad, escriba su tesis, se ponga a hacerla y que pueda hacer carrera docente; y plazas de vinculados que enfermeras y enfermeros puedan seguir trabajando en el hospital y compatibilizarlo con la docencia.
¿Harían falta también ayudas, becas…?
Claro, nos falta inversión. Y como no hay tradición parece que tenemos miedo a que nos ayuden, y no, necesitamos esa ayuda. Investigar es costoso e implica un sacrificio. Por eso necesitamos apoyo o ayudas que tienen otras titulaciones. Con lo cual cátedras de mecenazgo que ayuden a investigar y haya una absoluta transparencia, como se hace en todos los procesos, es algo que cualquier país civilizado debe de tener y, sobre todo, se necesita para la investigación.
El escenario está cambiando en lo que se refiere a investigación, pero ¿sigue habiendo miedo o un complejo a la hora de lanzarse a ello?
Sí, es que no está nada fácil y sobre todo cuando uno trabaja en la asistencia, la asistencia te come, entonces tienes poco tiempo y posibilidades para poder investigar. Pero sobre todo falta tiempo, es difícil que las supervisiones puedan permitir que las enfermeras y enfermeros estén más liberados debido a la presión asistencial. Y en la docencia, que tenemos que investigar, tenemos muchas horas de aula. Hay mucho trabajo docente que realizar, muchos postgrados que impartir… y ese tiempo para la investigación es costoso. Pero sí que está cambiando, porque ya desde el grado lo hacemos así, de una manera transversal vamos metiendo la investigación, desde primero hasta cuarto que hacen la defensa de sus trabajos fin de grado.
Imagina que eres nombrada ministra de Sanidad o consejera, ¿cuál serían tus medidas más urgentes en el ámbito de la enfermería?
Ahora tenemos un apoyo importante y unos puntos comunes que nos han puesto muy fáciles con la iniciativa Nursing Now. Esta campaña ha dejado claro que hay que invertir en educación, en desarrollo profesional y, sobre todo, en mejorar las condiciones laborales de los enfermeros y enfermeras. Sería tan fácil como un reconocimiento verdadero de las especialidades, crear una red global de investigación para que sea más fácil publicar en revistas de impacto, las figuras de plazas necesarias en la docencia y un reconocimiento de nuestros currículms. Y que de verdad saquen partido de toda nuestra formación y conocimientos, porque podemos ser muy útiles y mejorar la calidad asistencial de toda la sociedad.