REDACCIÓN.- El Congreso Nacional de Enfermería en Salud Mental, organizado por la Asociación Española de Enfermería en esta especialidad (AEESME), ha concluido su XXXVIII edición que, debido a la situación de pandemia, ha obligado a que se realizara de forma virtual. Aún así, como explica su presidente, Francisco Megías, “el balance es muy positivo y sólo podemos hablar de un rotundo éxito”. Y es que, aunque confía que en su próxima edición pueda volverse al modo presencial, no deja de reconocer que la cifra de inscritos conseguidos este año no ha sido nada desdeñable: 900 congresistas. “Además, se han presentado 37 proyectos de investigación de enfermeros residentes en salud mental, cerca de 400 posters y más de 200 comunicaciones orales y hemos contado con 16 ponentes de reconocido prestigio tanto en el ámbito de la salud mental como de la sociología y la política”, ha subrayado el presidente de AEESME.
Premios
Megías fue el encargado de clausurar el congreso en un acto durante el cual se procedió a la lectura de los premios de este año. Entre ellos, el primer premio al mejor póster fue para el titulado “Situación de final de vida en pacientes con Covid-19: intervención enfermera en las familias, acompañamiento y duelo”, de Silvia Rosado Figueroa, Irene Canosa García, Ángels Arrollo Núñez, Albert Roquer Grau y Xavier Aliart Perarnau del Pact de Salud Mar del Instituto de Neuropsiquiatría y Adicciones (IAD) de Barcelona.
Por su parte, el premio a la mejor comunicación oral fue para “Adaptación al español y validación de la escala Quality of Psychiatric Care – OutPatientStaff (QPC-OPS) para la evaluación de la calidad de los cuidados psiquiátricos en salud mental comunitaria desde la perspectiva de los profesionales”, de Manuel Tomás Jiménez, María Teresa Lluch Canut, Montserrat Puig Llobet, Sara Sánchez Balcells y Juan Roldán Merino, también del Parc Sanitari Sant Joan de Déu de Barcelona.
De otro lado, el premio de investigación AEESME quedó desierto y el de mejor proyecto de investigación de residentes fue para «El proceso de rehabilitación en hombres que ejercen violencia contra la pareja», de Alicia Núñez Labrado, de la Unidad Docente Multidisciplinar del Hospital Universitario José Germain de Leganés, Madrid.
Conclusiones
A modo de conclusión, Megías ha insistido en que “es preciso seguir debatiendo y reflexionando sobre la conexión entre la Salud Mental y las obligaciones morales del trabajo enfermero”. A lo que añade, “se reconoce la necesidad de que Facultades y Escuelas de Enfermería implementen acciones educativas en el desarrollo de actitudes positivas hacia las personas con algún problema de Salud Mental y sus familias y hacia la Salud Mental en general”.
De otro lado, ha hecho referencia a “cómo el evidente empeoramiento de la Salud Mental por la crisis del Covid-19 socava el desarrollo del capital humano y repercute en el crecimiento económico y la prosperidad de los países, especialmente a través de pérdida de productividad tanto a nivel individual como social”. Por ello, es preciso reforzar los sistemas de salud en este sentido.