DAVID RUIPÉREZ.– La organización de consumidores FACUA ha realizado un estudio en cinco ciudades españolas -Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia y Vitoria- y tras sondear a 150 oficinas de farmacia llega a la conclusión de que el precio de los test de antígenos para el COVID-19 varía desde unos 5 euros en algunos establecimientos hasta 10 en otros, con un claro incremento del PVP en muy poco tiempo, ya que apenas unos días atrás se podían conseguir por unos tres euros y medio en algunos casos. Existe, además, un preocupante desabastecimiento, ya que sólo el 3 por ciento de las farmacias consultadas disponían de este tipo de test en el día de ayer.
Para el secretario general de FACUA, Rubén Sánchez, este incremento y disparidad de precios “no es responsabilidad exclusiva de los farmacéuticos, sino de toda la cadena de distribución: fabricantes, mayoristas, distribuidores… pero la realidad es que una familia de cuatro miembros tendría que pagar 40 euros para hacerse estas pruebas, y no descartamos que en algunas farmacias el precio sea mayor. Un precio de 3 euros ya nos parece desproporcionado”,
Es por ello, que la organización de consumidores solicita al Gobierno de España que fije un precio máximo de venta como ya ocurriese con las mascarillas. Aunque las comunidades autónomas tendrían potestad para aplicar esa medida, Sánchez piensa que lo lógico es que sea una medida homogénea en todo el país. “Además, debe adoptarse con carácter urgente ya que es ahora cuando la población demanda estas pruebas con motivo de las celebraciones navideñas porque se están viendo precios absolutamente inflados, aunque la especulación viene fundamentalmente de los mayoristas”.
Consejo General de Enfermería
Hace unos días era el Consejo General de Enfermería quien alertaba de esta escalada de precios y de cómo, ante un problema de salud pública como el que vivimos, no cabe otra salida que establecer un precio máximo de venta al público, ya que muchas familias no pueden permitirse un desembolso enorme sólo para saber si están infectados.
Por otra parte, FACUA también ha mostrado su preocupación “ante el colapso de la Sanidad pública y la desatención a los ciudadanos que no pueden hacer pruebas diagnósticas, ni siquiera atender a la población por teléfono. Eso acaba colapsando las Urgencias y además genera problemas a trabajadores y empresarios para tramitar bajas laborales ante una persona infectada. Es preciso contratar más profesionales sanitarios”.