GEMA ROMERO.- La enfermería española vuelve a estar de luto por culpa del COVID-19. Antonio Núñez, enfermero en el hospital La Fe de Valencia y miembro de la Junta de Gobierno del colegio de enfermería valenciano durante muchos años, perdía la vida ayer. Con lo que ya son 11 los enfermeros que han fallecido como consecuencia de esta enfermedad.

Desde la Junta de Gobierno de este colegio confirman “que su vitalidad impregnaba todos los ambientes en los que hacía acto de presencia. Antonio Núñez Hernández era grande, cercano, empático y un ciclón de temperamento. Cualidades de un gran hombre que el COVID ha cercenado dejando un vacío inmenso en su familia y amigos. Junto a su mujer María Teresa y a su hijo Fernando, su vida se centró en dos pasiones: la enfermería, a la que se dedicó en cuerpo y alma hasta hace pocos meses y el rugby, que pasó de ser una afición de juventud a una forma de vida en su última etapa”.

Se curtió como enfermero radiólogo de Urgencias en el hospital La Fe y maduró en el Colegio de Enfermería de Valencia donde fue tesorero y miembro de la Junta de Gobierno durante años. El COEV se convirtió en su segunda casa, donde defendió hasta las últimas consecuencias la profesión enfermera: su vocación.

Compaginó su faceta profesional con su puesto de responsable de los servicios sanitarios de la Federación de Rugby de la Comunidad Valenciana. Un deporte que pasó a ser su refugio y donde vivía apasionadamente las victorias y las derrotas de los equipos autóctonos.

Como señala Juan José Tirado, presidente del COEV, “Antonio era vital y enérgico y transmitía con empuje su fortaleza. Animaba a todos en los momentos duros, a la vez que conciliaba su genio con su humanidad. Antonio se suma a las víctimas de esta injusta pandemia que ya ha desbordado las fatídicas estadísticas de sanitarios fallecidos. Antonio era compasivo, pero la muerte no ha tenido compasión con él”.

Para el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, “nuestro compañero se ha ido demasiado pronto por un virus que le ha impedido vivir lo suficiente”, por lo que ha querido enviar un mensaje de apoyo y solidaridad a sus familiares y amigos, así como a toda la enfermería valenciana, a la que “ha dejado un poco más huérfana”. Para el presidente del COEV, “el único consuelo en este cruel desconsuelo es el hecho de haber formado parte de su vida y de tenerle siempre presente en nuestro recuerdo. Para describir a Antonio sobran las palabras, porque se agolpan los sentimientos y se impone el silencio. El silencio y el dolor… por su perdida”, ha concluido desolado.