ADRIÁN MATUTE.- Fátima Laborda Higes es enfermera en el Servicio Aragonés de Salud. Como parte de su tesis doctoral “Análisis de la situación de la asistencia sanitaria en los centros escolares de Aragón. Formación e implicación docente y sanitario ante la enfermedad crónica del alumnado” ha presentado una comunicación en el Congreso Internacional de Barcelona sobre la “Situación actual de la atención sanitaria a niños con enfermedades crónicas en los centros escolares españoles”. Una idea que proviene de la necesidad que ha percibido desde su trabajo en Atención Primaria y transmitida a través del contacto con familiares de niños diabéticos de corta edad de Aragón.
“El estado actual en relación a la documentación que regula la atención sanitaria no titulada en los centros escolares de nuestra comunidad y la ausencia de una perspectiva global que visibilice la realidad del problema, me llevó a profundizar en el papel de los cuatro pilares que sustentan dicha atención sanitaria (los niños, sus familias, profesorado y personal sanitario)”, explica Laborda.
¿Cuál es la intencionalidad de esta investigación?
Pretendía plasmar la variabilidad de los documentos y normativas existentes entre las diferentes comunidades autónomas de nuestro país. En ocasiones, estas iniciativas no se ajustan a las necesidades no sólo de los escolares y sus familias sino de los propios trabajadores de los centros educativos.
Por otro lado, conocer cómo se aborda el tema en otras autonomías, puede proporcionar una mejora en el enfoque en relación a la asistencia sanitaria en los colegios.
Por ello, para desarrollar esta investigación, se ha realizado una búsqueda activa por comunidades de la legislación y materiales relacionados con la asistencia sanitaria en los centros escolares.
¿Cómo condiciona el estado de las autonomías la puesta en marcha de la atención sanitaria a niños con enfermedad crónica en sus centros educativos?
El traspaso en materia de Sanidad y Educación desde el gobierno central a las comunidades autónomas se realizó de forma progresiva desde principio de los años 80 hasta el 2001. Desde entonces, mantener una estrecha vinculación entre ambas consejerías, resulta de vital importancia para que el alumno con enfermedad crónica alcance una escolarización normalizada.
Por el contrario, el desamparo normativo y de protocolos específicos que regulan la asistencia sanitaria en horario escolar en algunas comunidades, sigue creando incertidumbre entre familiares de niños y niñas con enfermedades crónicas y el profesorado.
¿Cuáles son sus propuestas para corregir las carencias detectadas en su estudio?
En primer lugar, nos parece importante que se conozca el estado de salud escolar de la propia comunidad, ya que es fundamental para crear programas que se adecúen a las necesidades.
Comunidades como la Región de Murcia, que tras un proyecto piloto ha posibilitado la incorporación de 80 profesionales de enfermería en los centros escolares, iniciativas como el Programa de Alerta Escolar de Baleares y Galicia o el de atención al alumnado diabético de Extremadura, pueden servir como ejemplo para futuras intervenciones en otras comunidades.
Por otro lado, se debe fomentar una comunicación efectiva entre los departamentos de Sanidad y Educación para regular la atención sanitaria durante la jornada escolar mediante el diseño de protocolos de actuación para las partes implicadas.
Sin olvidarnos, por supuesto, del impulso de la figura de la enfermera escolar como profesional de referencia.
Por último, es de vital importancia apostar por programas formativos dirigidos al profesorado acerca de la atención a los alumnos con enfermedad crónica y situaciones de urgencia. Así como incluir dicha formación en los planes de estudios de los Grados de Educación Infantil y Primaria.
¿La enfermería escolar se convierte entonces en un recurso fundamental a implementar en el futuro?
La enfermería escolar, es ya claramente, un referente para la atención integral no sólo enfocada al alumno, sino a familias y profesorado, siendo una pieza fundamental dentro del equipo multidisciplinar del centro.
Este perfil profesional, se está implementando de forma heterogénea en nuestras comunidades autónomas, debido en parte a la escasez de recursos y falta de comunicación intersectorial.
Hay que destacar que la labor y esfuerzos llevados a cabo por Colegios Profesionales, organizaciones sindicales, asociaciones de enfermería escolar así como las de madres y padres de alumnos, está sirviendo de impulso para su instauración definitiva.
Como profesional de enfermería, cómo recibiste la noticia de que tu comunicación había sido aceptada en el Congreso Internacional de Enfermería
La idea inicial era exponer este trabajo en formato póster, pero la organización se puso en contacto con nosotros para proponernos la realización de una comunicación oral.
A nivel personal, nos supone un impulso y un reto, poder ser partícipes de la programación científica y divulgativa de este Congreso Internacional, con un tema actual y que supone una oportunidad para la profesión en un futuro cercano.
Qué experiencias has obtenido de esta cita histórica
Este congreso ha sido una ocasión única para relacionarnos con nuestros homólogos de otras comunidades y países, compartiendo experiencias y conocimientos, descubrir otras líneas de trabajo que puedan enriquecer nuestra labor enfermera, fomentando nuestro desarrollo personal y profesional.